Hoy no hay foto, pero os remito a la entrada 86. Aquella vez, hace 10 meses lo pasé mal, no pude ni entrar. Hoy ha sido diferente.
He ido con un amigo, el otro Borja, el momento de marea era perfecto. Al llegar parecía que las olas no eran gran cosa, se mostraban fofas y tabloneras desde arriba. Hemos decidido entrar y poco a poco han ido creciendo y creciendo hasta formarse olas con un take-off de unos dos metros sólidos. He buceado hasta tocar las rocas peludas del fondo. Lo hago muchas veces, no se porqué. Supongo que me hace estar más tranquilo tocar lo que hay en el fondo y así practico un poco de apnea, abrir los pulmones.
Solos cinco en el agua, mucho respeto a los locales que nos han acogido tan bien. En especial a Joseba, aupa mutil! Sin duda porque hemos ido muy tranquilos y primero de todo respetándoles a ellos y su spot. Así debería ser siempre el surfing, lo que fue en origen pero que cada vez se nos olvida más. Respeto mútuo y no uno de los deportes más egoístas y avariciosos del mundo.
Olas para todos, tremendos take-offs al límite y bottoms interminables...sonrisas y hermandad entre surfistas. Me he traído una piedra para dársela a Borja, la espina que tenía clavada.
