719 Cena de titanes.

Hace unos días quedamos para cenar para celebrar el final de entrenamiento que nos ha impartido Ibon a lo largo de este invierno. Finalmente fuimos a la sociedad de Aixia y compañía.

A parte de la cena y las risas, la visita a la bodega de txakoli, de pronto, tras la cena, se formó una conversación entre los pioneros del surf de olas grandes de la zona. Como aprendiz que soy, callar y escuchar, aprender. Y os aseguro que solamente de escuchar sus anécdotas, las comidas, el miedo a recibir una segunda ola bajo el agua en una sesión gigante..se te ponía el pelo de punta, la carne de gallina y el corazón a cien.

De cómo es casi imposible aguantar 30 segundos bajo el agua cuando estás siendo vapuleado por toneladas de agua, de tener que bucear metros y metros, de cómo te abandonan las fuerzas, de ver a un surfista y de pronto perderle de vista y pensar que se ha ahogado seguro, de series de 10 olas gigantes, de tener que salir trepando por el acantilado de Meñakoz con pintxo incluido, de verte subido a las rocas de Deba a golpes de mar al más puro estilo Jeff Clark en Mavs, de sesiones en Waimea, de cómo una sesión de 3 o 4 metros se puede catalogar de "comercial"..sin palabras.

No hace falta dar nombres, ya os podéis imaginar de quienes estoy hablando. Una casta que raya la línea en algún lugar entre el valor y la inconsciencia pero que no piensa en otra cosa que los monstruos de agua que se formarán en la costa tras la génesis de una baja presión muy fuerte.