Odeiaren bidaia 132. El viaje de Odei 132. (perdon faltas, teclado aussie).
Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria. Recuerdo que Willy, compi de estudios de disenyo y amigo me mostro una vez unas fotos de rayos preciosas desde Igeldo. Desde entonces siempre quise intentar capturar mis propios rayos. Y aqui los teneis, bien frescos.
Ondo ibili!
dissabte, d’abril 30, 2011
dilluns, d’abril 25, 2011
881 Road Trip.
Odeiaren bidaia 131. El viaje de Odei 131.
Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria llena de tierra y polvo rojo, coff, coff! Perdón.
Buscando olas, sin darnos cuenta, se nos llena el makuto de muchas otras cosas. ¿Quién me mandaría a mi ponerme a hacer surf en vez de seguir con el badminton que nos enseñaban en el cole? Quizás sería todo más sencillo, jejeje.
Ondo ibili kukuoyentes.
Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria llena de tierra y polvo rojo, coff, coff! Perdón.
Buscando olas, sin darnos cuenta, se nos llena el makuto de muchas otras cosas. ¿Quién me mandaría a mi ponerme a hacer surf en vez de seguir con el badminton que nos enseñaban en el cole? Quizás sería todo más sencillo, jejeje.
Ondo ibili kukuoyentes.
dissabte, d’abril 23, 2011
880 Dead Whale Camp.
Odeiaren bidaia 130. El viaje de Odei 130.
18-04-11. Goizean. Por la mañana.
Fuimos a visitar “The valley of Giants” (El valle de los Gigantes). Imprescindible. Ascender hasta 40 metros de altura y ver que los magníficos árboles aún superan con sus copas la estructura metálica es una experiencia muy intensa. Ese mismo día (ayer) encontramos al sur de Walpole Freddie’s bay tras 25 minutos de camino 4x4. Nos quedamos atascados en la arena en una situación muy mala muy cerca de la playa. Excavamos bajo las ruedas con la pala y bajamos la presión de los neumáticos. Rapidamente (y milagrosamente) conseguimos salir.
Surfeamos solos una ola desconocida. El color del agua me recordó a Soesto (Galicia); azul hipertransparente con un suave tono a plomo. Veíamos el fondo con claridad. Tras el baño instalamos “Camp kangaroo”, porque vimos un canguro enorme entre los arbustos.
…sin duda alguna hemos alcanzado un nivel de naturaleza marina superior, más profundo. En la playa hemos encontrado todo tipo de algas nuevas a nuestros ojos, peces extranísimos, decenas de pequeñas medusas “blue bottles” (como la Caravela Portuguesa pero azul intenso). Huesos de sepias o calamares con muescas como mordidas por lo que podrían ser pequeños tiburones, cangrejos raros…y los restos de una ballena muy grande. Le hemos cambiado el nombre al campamento por “Dead Whale Camp” (Campamento Ballena Muerta). Una mañana temprano ví dos delfines medianos desayunando en la bahía.
Hemos surfeado la ola de nuevo, mucho más limpia que el primer día. No será una ola perfecta pero estamos solos y te deja meter unos giros. Es una ola con potencia..
Como anécdota, esta mañana he salido de la tienda muy dormido, serían las 7. Mientras miraba las olas me ha mordido en el pié una hormiga toro, de unos 2 cm de largo. Pero claro, le había meado el hormiguero sin darme cuenta y no le ha debido de hacer mucha gracia. Jajaja. Me ha dolido unos 10 minutos, se me ha hinchado el dedo un poco pero luego se me ha pasado.
22-04-11. Gauean. Por la noche.
Albany es precioso, como su paisaje. Hemos visto olas tuberas desde lo alto de “Sand Patch”. Tenían muy buena pinta pero sospechoso, nadie en el agua. Dos chavales surfistas nos han dicho que hay unas corrientes laterales y submarinas de locos. 2 metros pasados y 500 escalones para bajar… y subir claro.
Así pues, sin muchas opciones de surf hemos decidido probar suerte en donde habíamos visto sacar grandes salmones por la mañana. Y con la caña más barata del mercado (la nuestra) con una línea muy resistente para hasta 13 kilos y un anzuelo con un señuelo currado he sacado ante la mirada atónita de Steph un salmonaco de entre 5 y 7 kilos, un bicharraco. Ash, un pescador que estaba junto a mi, una vez que ha picado me ha echado una mano dándome consejos para sacarlo. Rompí la manivela del carrete para sacarlo. Mi pez más grande hasta ahora.
Por una noche hemos dejado la acampada libre y hemos ido al camping (me está creciendo la barba y solo nos hemos duchado 2 veces en una semana, jajaja). Lo he limpiado bien, cortado en rodajas con la ayuda de un pescador de Malasya que había pillado al menos 7 y con sal y bien de pimienta lo he cocinado con verduras en el camping gas. He regalado 4 rodajas y el resto para mañana en hielo…Ahora necesitamos más olas. Vamos a buscarlas.
Ondo ibili kukureaders!
Etiquetes de comentaris:
Australia,
fauna,
Odeiaren bidaia
diumenge, d’abril 17, 2011
879 Kanpaleku euritsua. Campamento lluvioso. Camp rainy .
Odeiaren bidaia 129. El viaje de Odei 129.
Marchamos ayer sábado con el 4x4 rumbo al sur. Stephane, con 40.000 kilómetros de caminos australianos a sus espaldas y yo. Tablas, cañas de pescar, comida, botellas de vino, tienda de campaña y agua. :)
Así, llegamos a Black Point tras un largo camino por el monte. Vimos una derecha romper con un solo surfer en el agua. Esta mañana no tiraba. Ha amanecido lloviendo y nos hemos ido a caminar. Estoy viendo animales y plantas que son nuevos para mis ojos. Por primera vez en mi vida he visto focas. Me hacían gracia, aunque no me ha inspirado mucha confianza para surfear. Un australiano me dijo que si veía focas me saliera del agua. Y como las condiciones eran muy malas no hemos entrado.
Recoger y seguir camino. Escribo estas líneas desde Walpole, un pueblo que hemos encontrado. De milagro hemos pillado internet. Australia a día de hoy es muy salvaje, muy desierta. Acabamos de ver la previsión y a partir de mañana por la tarde es buena. Acabamos de localizar una playa cercana que tiene buena pinta. Buenos picos.
Intentaré conectar de nuevo pronto. Ondo ibili kukureaders!
Marchamos ayer sábado con el 4x4 rumbo al sur. Stephane, con 40.000 kilómetros de caminos australianos a sus espaldas y yo. Tablas, cañas de pescar, comida, botellas de vino, tienda de campaña y agua. :)
Así, llegamos a Black Point tras un largo camino por el monte. Vimos una derecha romper con un solo surfer en el agua. Esta mañana no tiraba. Ha amanecido lloviendo y nos hemos ido a caminar. Estoy viendo animales y plantas que son nuevos para mis ojos. Por primera vez en mi vida he visto focas. Me hacían gracia, aunque no me ha inspirado mucha confianza para surfear. Un australiano me dijo que si veía focas me saliera del agua. Y como las condiciones eran muy malas no hemos entrado.
Recoger y seguir camino. Escribo estas líneas desde Walpole, un pueblo que hemos encontrado. De milagro hemos pillado internet. Australia a día de hoy es muy salvaje, muy desierta. Acabamos de ver la previsión y a partir de mañana por la tarde es buena. Acabamos de localizar una playa cercana que tiene buena pinta. Buenos picos.
Intentaré conectar de nuevo pronto. Ondo ibili kukureaders!
divendres, d’abril 15, 2011
878 Three Bears.
Odeiaren bidaia 128. El viaje de Odei 128.
Por fin hemos surfeado en 3 Bears. Despues de oir hablar tanto de este pico (en realidad 4, Bombies, Mama Bear, Papa Bear, Baby Bear) hemos llegado. Acceso exclusivo en 4x4. El lugar es precioso, aunque ha resultado un poco decepcionante ya que tras 30 minutos por caminos imposibles, quedarnos estancados en la arena, cavar con la pala para salir y llegar, nos hemos encontrado con 20 personas en el agua. Definitivamente se venden demasiados todoterrenos en Australia. Y es un error poner todas las olas en los mapas de turismo.
Hemos entrado y por primera vez en estos meses hemos sido testigos del localismo australiano. Un personaje con un solo diente, australiano de los grandes, ha tenido una tangana con otro que estaba alli. La mar ha ido subiendo y han entrado series gordas. Me he hecho mi txoko mas cerca de la costa, ya que el off/shore hacía que las olas tardaran más en romper y he pillado unas cuantas derechas hasta que me he cansado de la gente y me he ido a hacer fotos.
Os dejo con esta foto que os traigo en el macuto, para que soñéis con lo que hay detrás de esa magica duna, sobre esa losa de precioso reef.
Mañana nos vamos para el sur. A ver si llegamos hasta Esperance. 4x4, tienda de campaña, pescar, surfear, fuego, risas. Y esperemos que olas mágicas. Desierto quizas tambien y olas hechas de roca. Laister arte. Hasta pronto. Ondo ibili.
dimecres, d’abril 13, 2011
877 Un año al ritmo de las olas II.
Odeiaren bidaia 127. El viaje de Odei 127.
4.12.10. Margaret River.
Estoy sentado en un sofá de sky verde botella en la recepción del Backpackers. Está algo gastado y mientras escribo en mi libreta escucho dos tipos de música a la vez. La del hilo musical y la de la t.v. Este es el lugar más tranquilo de la instalación.
Desde el primer relato, los siguientes momentos más emocionantes me sucedieron en la isla de Java. Para mi sorpresa me vi aislado frente a una ola impresionante. Solo durante varios días y después con un nuevo amigo suizo que viajaba con su tabla. Algunos visitantes aparecieron fugazmente. La ola nos retaba cada día y nosotros respondíamos lo mejor que podíamos. Los primeros baños en solitario estuvieron envueltos de misteriosas historias locales de tortugas y cocodrilos.
Indo me marcó a fuego. Una hora después de enviaros mi primera carta, estaba surfeando Uluwatu. En la tercera ola cometí el error de subir demasiado alto al labio justo cuando se doblaba; me lanzó hacia la costa con la mala suerte de que mi tabla se dio la vuelta. El primer impacto me lo llevé en la cara. Quillas. Al principio pensé que había sido el reef, pero noté que no, que era un corte limpio. Sumergí la cabeza y al poco paró de sangrar. 10 puntos entre la nariz y la mejilla y 3 más en la ceja. El socorrista justo me tapó la herida. Conduje la moto hasta el home stay, pedí un taxi, me cambié, pillé pasta y llegué a la clínica de Jimbaran. Lo peor era no saber cómo tenía la cara. No quería destapar el vendaje por miedo a volver a sangrar. Al final no fue tan malo. No necesité comprar una camiseta en Uluwatu. El médico indonesio hizo un gran trabajo cosiendo. Cada semana recibía a varios surfistas heridos. Tras 10 días de dique seco volví a surfear en la misma ola. Era la mejor manera de quitar el mal recuerdo.
Esa tierra de olas, arrecife, volcanes, terremotos y tsunamis te seduce. Algunos surfers que conocí, como si hubieran escuchado la llamada de la “Reina del Océano” de la que hablan las leyendas del lugar, se encontraban atrapados en ella; bajo una apariencia normal algo no cuadraba en su inquietante mirada. Te explicaban historias incoherentes relacionadas con drogas y mujeres..se desahogaban hablando, como si hiciera mucho tiempo que no hablaran con nadie.
Algo nostálgico pero a la vez algo aliviado me subí al avión dirección Perth (Western Australia). Allí, sentado junto a mi estaba M, el primer australiano que conocí, un granjero que cria vacas enormes en medio del desierto. Me explicó cosas increibles, como que los camellos dejados por los primeros colonos hace 200 años ahora son una plaga. Que hay 1 millón de ellos pululando por el desierto y que rompen el equilibrio natural al consumir ciertas plantas.
Me explicó que tenía un rifle y cómo los tumbaban. Que no dijera nada porque las protectoras de animales ponen el grito en el cielo y es ilegal dispararles. Un tio curtido y fuerte, educado al hablar, amable. También un casero listo. Decía que su dinero no lo tenía en el banco, no se fiaba; que con él compraba oro. Y joyas.
Llegué a Perth y lo primero que hice fue bajar a la playa. No había olas así que me puse a hablar con el socorrista, surfer de 40 años +. Me dijo que en la isla de en frente había más olas. Sin embargo no fue factible la escapada ya que el ferry era demasiado caro: 90$. Me gustaría hablaros de una gran sesión pero definitivamente teniendo cerca Margaret River, Perth no es ciudad para surfistas. Y tampoco para aborígenes; en una semana allí no vi ni uno solo que ocupara cualquier tipo de puesto, fuera público o privado. Literalmente, los auténticos pobladores de Australia fueron borrados del mapa. No forman parte de la sociedad, están marginados, fuera.
Aquí en WA nada más acercarte a la playa se te pasan por la mente imágenes de tiburones. Hay muchas especies distintas. Es fácil emparanoiarse. Un surfer local me dijo el primer día que intentara evitar la zona de Gracetown, ya que los últimos ataques sucedieron allí. El último fue reciente pero el anterior hace 6 años. Esta mañana Raz! De una surf-shop me ha explicado que esa zona pasa de tener pocos metros de profundidad a más de 100 de golpe, lo que hace que cacen allí. Lo malo es que es una zona de olas preciosas. Los consejos: que no surfee al amanecer ni después de la puesta de sol.
La mejor forma de ponerte al día en cualquier sitio que llegas en Australia es acercarte al bar del pueblo. El barman es un señor que sabe de todo y te pondrá al día.Y sobre todo sabe de cerveza. Aquí la mayoría de fabricantes tienen el compromiso de no añadir conservantes ni ingredientes artificiales. Además cada estado tiene la suya propia.
Margaret River es un pueblo bastante bonito. Me recuerda a Hossegor pero en cuesta, con muchas casitas y tiendas. Su costa es preciosa. Y, aunque las condiciones no acompañen de momento (el on-shore está pegando fuerte, la mar rota), se que el buen surf llegará pronto. Y la mejor forma de quitarte las paranoias de la cabeza es entrando al agua.
Así lo he hecho hoy. Tras muchos días sin surfing hoy por fin ha habido coches llenos de tablas, remada, risas, fotos y algunas olas. Un grupo de tenaces y principiantes surfistas japoneses que he conocido me han llevado con ellos a mirar varios picos, entre ellos River Mouth. Aunque haya sido una sesión bastante mala para mi ha sido un regalo. Me he vuelto a sentir surfista. Hoy no me ducho, quiero la sal en la piel. Hemos entrado en Red Gate, en un escenario de rocas rojas, arena fina y agua transparente.
Aunque yo no lo he visto, Yoshi, mi nuevo colega de olas, me ha dicho al salir que ha visto una gran ballena saltando en el horizonte. Nunca sabes lo que te espera en un viaje como este. Ni con quién vas a acabar surfeando. Lo que está claro es que el surf está por encima de cualquier frontera.
consejo 1: es algo que se va despertando casi sin darte cuenta según avanza el viaje. Y es tu intuición. Siguela. Si algo te huele mal desde el principio pasa. A otra cosa. Es como un sentido extra que se va desarrollando. Conoces a tanta gente que puedes hacer la prueba. Piensa que imagen te da una persona al principio y al cabo de unos días verás si estabas en lo cierto o no. Me está funcionando. Me ha llevado a situaciones impensables y personas buenísimas y muy posiblemente a evitarme problemas.
consejo 2: Australia es carísimo. Igual te planteas trabajar un poco para financiarte el resto del viaje. Entre España y Australia no existe el "working holiday visa". Vamos, que legalmente no puedes trabajar. Y el departamento de inmigración es estricto. No llegues al backpackers y empieces a decir a todo el mundo que buscas curro. Hazlo discretamente, di que estás de vacaciones, conoce un poco a la gente y entonces preguntas por trabajo "cash in hand" es decir, sin contrato y en efectivo. Tambien puedes inventarte un número de seguridad social, tardan 3 semanas en verificarlo y te pagarán antes, pero si saben que tienes pasaporte español, probablemente sabrán tambien que no tienes permiso de trabajo.
4.12.10. Margaret River.
Estoy sentado en un sofá de sky verde botella en la recepción del Backpackers. Está algo gastado y mientras escribo en mi libreta escucho dos tipos de música a la vez. La del hilo musical y la de la t.v. Este es el lugar más tranquilo de la instalación.
Desde el primer relato, los siguientes momentos más emocionantes me sucedieron en la isla de Java. Para mi sorpresa me vi aislado frente a una ola impresionante. Solo durante varios días y después con un nuevo amigo suizo que viajaba con su tabla. Algunos visitantes aparecieron fugazmente. La ola nos retaba cada día y nosotros respondíamos lo mejor que podíamos. Los primeros baños en solitario estuvieron envueltos de misteriosas historias locales de tortugas y cocodrilos.
Indo me marcó a fuego. Una hora después de enviaros mi primera carta, estaba surfeando Uluwatu. En la tercera ola cometí el error de subir demasiado alto al labio justo cuando se doblaba; me lanzó hacia la costa con la mala suerte de que mi tabla se dio la vuelta. El primer impacto me lo llevé en la cara. Quillas. Al principio pensé que había sido el reef, pero noté que no, que era un corte limpio. Sumergí la cabeza y al poco paró de sangrar. 10 puntos entre la nariz y la mejilla y 3 más en la ceja. El socorrista justo me tapó la herida. Conduje la moto hasta el home stay, pedí un taxi, me cambié, pillé pasta y llegué a la clínica de Jimbaran. Lo peor era no saber cómo tenía la cara. No quería destapar el vendaje por miedo a volver a sangrar. Al final no fue tan malo. No necesité comprar una camiseta en Uluwatu. El médico indonesio hizo un gran trabajo cosiendo. Cada semana recibía a varios surfistas heridos. Tras 10 días de dique seco volví a surfear en la misma ola. Era la mejor manera de quitar el mal recuerdo.
Esa tierra de olas, arrecife, volcanes, terremotos y tsunamis te seduce. Algunos surfers que conocí, como si hubieran escuchado la llamada de la “Reina del Océano” de la que hablan las leyendas del lugar, se encontraban atrapados en ella; bajo una apariencia normal algo no cuadraba en su inquietante mirada. Te explicaban historias incoherentes relacionadas con drogas y mujeres..se desahogaban hablando, como si hiciera mucho tiempo que no hablaran con nadie.
Algo nostálgico pero a la vez algo aliviado me subí al avión dirección Perth (Western Australia). Allí, sentado junto a mi estaba M, el primer australiano que conocí, un granjero que cria vacas enormes en medio del desierto. Me explicó cosas increibles, como que los camellos dejados por los primeros colonos hace 200 años ahora son una plaga. Que hay 1 millón de ellos pululando por el desierto y que rompen el equilibrio natural al consumir ciertas plantas.
Me explicó que tenía un rifle y cómo los tumbaban. Que no dijera nada porque las protectoras de animales ponen el grito en el cielo y es ilegal dispararles. Un tio curtido y fuerte, educado al hablar, amable. También un casero listo. Decía que su dinero no lo tenía en el banco, no se fiaba; que con él compraba oro. Y joyas.
Llegué a Perth y lo primero que hice fue bajar a la playa. No había olas así que me puse a hablar con el socorrista, surfer de 40 años +. Me dijo que en la isla de en frente había más olas. Sin embargo no fue factible la escapada ya que el ferry era demasiado caro: 90$. Me gustaría hablaros de una gran sesión pero definitivamente teniendo cerca Margaret River, Perth no es ciudad para surfistas. Y tampoco para aborígenes; en una semana allí no vi ni uno solo que ocupara cualquier tipo de puesto, fuera público o privado. Literalmente, los auténticos pobladores de Australia fueron borrados del mapa. No forman parte de la sociedad, están marginados, fuera.
Aquí en WA nada más acercarte a la playa se te pasan por la mente imágenes de tiburones. Hay muchas especies distintas. Es fácil emparanoiarse. Un surfer local me dijo el primer día que intentara evitar la zona de Gracetown, ya que los últimos ataques sucedieron allí. El último fue reciente pero el anterior hace 6 años. Esta mañana Raz! De una surf-shop me ha explicado que esa zona pasa de tener pocos metros de profundidad a más de 100 de golpe, lo que hace que cacen allí. Lo malo es que es una zona de olas preciosas. Los consejos: que no surfee al amanecer ni después de la puesta de sol.
La mejor forma de ponerte al día en cualquier sitio que llegas en Australia es acercarte al bar del pueblo. El barman es un señor que sabe de todo y te pondrá al día.Y sobre todo sabe de cerveza. Aquí la mayoría de fabricantes tienen el compromiso de no añadir conservantes ni ingredientes artificiales. Además cada estado tiene la suya propia.
Margaret River es un pueblo bastante bonito. Me recuerda a Hossegor pero en cuesta, con muchas casitas y tiendas. Su costa es preciosa. Y, aunque las condiciones no acompañen de momento (el on-shore está pegando fuerte, la mar rota), se que el buen surf llegará pronto. Y la mejor forma de quitarte las paranoias de la cabeza es entrando al agua.
Así lo he hecho hoy. Tras muchos días sin surfing hoy por fin ha habido coches llenos de tablas, remada, risas, fotos y algunas olas. Un grupo de tenaces y principiantes surfistas japoneses que he conocido me han llevado con ellos a mirar varios picos, entre ellos River Mouth. Aunque haya sido una sesión bastante mala para mi ha sido un regalo. Me he vuelto a sentir surfista. Hoy no me ducho, quiero la sal en la piel. Hemos entrado en Red Gate, en un escenario de rocas rojas, arena fina y agua transparente.
Aunque yo no lo he visto, Yoshi, mi nuevo colega de olas, me ha dicho al salir que ha visto una gran ballena saltando en el horizonte. Nunca sabes lo que te espera en un viaje como este. Ni con quién vas a acabar surfeando. Lo que está claro es que el surf está por encima de cualquier frontera.
consejo 1: es algo que se va despertando casi sin darte cuenta según avanza el viaje. Y es tu intuición. Siguela. Si algo te huele mal desde el principio pasa. A otra cosa. Es como un sentido extra que se va desarrollando. Conoces a tanta gente que puedes hacer la prueba. Piensa que imagen te da una persona al principio y al cabo de unos días verás si estabas en lo cierto o no. Me está funcionando. Me ha llevado a situaciones impensables y personas buenísimas y muy posiblemente a evitarme problemas.
consejo 2: Australia es carísimo. Igual te planteas trabajar un poco para financiarte el resto del viaje. Entre España y Australia no existe el "working holiday visa". Vamos, que legalmente no puedes trabajar. Y el departamento de inmigración es estricto. No llegues al backpackers y empieces a decir a todo el mundo que buscas curro. Hazlo discretamente, di que estás de vacaciones, conoce un poco a la gente y entonces preguntas por trabajo "cash in hand" es decir, sin contrato y en efectivo. Tambien puedes inventarte un número de seguridad social, tardan 3 semanas en verificarlo y te pagarán antes, pero si saben que tienes pasaporte español, probablemente sabrán tambien que no tienes permiso de trabajo.
Etiquetes de comentaris:
3sesenta un año al ritmo de las olas,
Odeiaren bidaia,
revistas
dimarts, d’abril 12, 2011
876 Drug Aware Pro Margaret River.
Odeiaren bidaia 126. El viaje de Odei 126.
Nos han colgado las fotos del campeonato de Margaret River en la WEB de 3sesenta! Kukurusta, Odei y FJ esperamos que os gusten.
CLICK AQUI..
Ondo ibili kukureaders.
dilluns, d’abril 11, 2011
875 Sharky.
Odeiaren bidaia 125. El viaje de Odei 125.
Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria con aletas y rumbo submarino.
Ayer las condiciones no eran muy buenas. Aún así pensaba darme un bañito pero me llegó un aviso de avistamiento de tiburón en Gas Bay. Cuando pasa esto no me meto a surfear. Dejo que el animal se pegue su ronda ese día y vuelvo al agua con el nuevo amanecer.
Lo volvieron a ver por la tarde y avisaron a unos kortxeros brasileños desde una moto de agua para que salieran del agua. En torno a 3 metros de tiburón blanco.
Así pues, Francesca y Mark, una pareja de jovenes amables holandeses me acompañaron a una punta de roca para intentar avistarlo.
El escenario tormentoso invitaba a imaginar y a contar historias de orcas, tiburones y delfines, calamares gigantes..
No vimos al Gran Blanco, pero si aparecieron los delfines.
-Shark! creyó ver Francesca, la primera en avistarlos, buenos ojos.
Está entrando el otoño, y tras 8 meses de clima de verano entre Euskalherria, Indonesia y Australia os paso la antorcha y me empiezo a sumergir en el invierno desde la otra punta del globo. Los baños a pelo se me van a acabar pronto. Regresamos al hostal y la leña está apilada ya junto a la chimenea. Apetece un té caliente y un buen fuego. Llueve afuera. Anochece. El mejor ambiente para contar historias.
Que tengáis una gran semana kukuoyentes y buen verano!
Ondo ibili.
Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria con aletas y rumbo submarino.
Ayer las condiciones no eran muy buenas. Aún así pensaba darme un bañito pero me llegó un aviso de avistamiento de tiburón en Gas Bay. Cuando pasa esto no me meto a surfear. Dejo que el animal se pegue su ronda ese día y vuelvo al agua con el nuevo amanecer.
Lo volvieron a ver por la tarde y avisaron a unos kortxeros brasileños desde una moto de agua para que salieran del agua. En torno a 3 metros de tiburón blanco.
Así pues, Francesca y Mark, una pareja de jovenes amables holandeses me acompañaron a una punta de roca para intentar avistarlo.
El escenario tormentoso invitaba a imaginar y a contar historias de orcas, tiburones y delfines, calamares gigantes..
No vimos al Gran Blanco, pero si aparecieron los delfines.
-Shark! creyó ver Francesca, la primera en avistarlos, buenos ojos.
Está entrando el otoño, y tras 8 meses de clima de verano entre Euskalherria, Indonesia y Australia os paso la antorcha y me empiezo a sumergir en el invierno desde la otra punta del globo. Los baños a pelo se me van a acabar pronto. Regresamos al hostal y la leña está apilada ya junto a la chimenea. Apetece un té caliente y un buen fuego. Llueve afuera. Anochece. El mejor ambiente para contar historias.
Que tengáis una gran semana kukuoyentes y buen verano!
Ondo ibili.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)