|
Foto: Bastien Bonnarme |
Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria.
Conocí a Iker en el taller de Olatu. Más tarde, me dio valiosos consejos on-line para mis primeros pasos en Tahiti. Le admiro por su surf, por su claridad mental, por sus grandes viajes y su humildad espontánea. Pero sobre todo por el valor que ha tenido para irse a recorrer el mundo, su casa, la tuya y la mía. Más de 20 países visitados, 19 meses de viaje, 26 años sin cumplir..Os dejo con las aventuras de Iker Muñoz. Ondo ibili kukureaders!¿Cuántos años tienes?
Voy a hacer 26 en abril.
¿Cuántos llevas
surfeando?
Buena pregunta. Creo que desde los 12. Al principio un par
de veranos. Luego en marzo cuando se podía y salía el sol un rato un bañito
rápido sin traje y después una semana de catarro. RISAS. Rápido, rápido, te
pillabas tres olas y luego una semana de catarro.
¿Cuál fue tu primer
surfari?
A Canarias. Pero una semanita nada más. Que en realidad no
te da tiempo a desconectar ni a conocer a nadie ni nada. No es como lo que
hemos hecho tú o yo más tarde. Fue mi primera escapadita.
Hiciste un viaje muy
largo. ¿Cuánto tiempo estuviste viajando del tirón?
Diecinueve meses seguidos. Empecé en noviembre de 2008. Regresé a finales de junio de 2010. Si, yo llegaba y tú te
marchabas prácticamente. Tú planeando y yo aterrizando.
¿Qué itinerario
seguiste?
Ninguno la verdad. Tenía pensado hacer 12 países y al final
terminé haciendo 22.
Menuda pasada.
¿Podrías nombrarlos?
Mi ruta en este orden fue Australia, NZ, Tahití, Indonesia,
Filipinas, Hawaii, Los Ángeles, Canadá , Las Vegas, México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa
Rica, Panamá, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y
Brasil.
Que pasada. Y todo
esto ¿con las tablas?
Con cuatro tablas. Con la funda. Terminé un un poco hasta las narices
de las tablas. Sobre todo el último medio año, que no era muy buena época en
Sudamérica para surfear y también en Bolivia, en el punto más alto, a 5.000
metros con una funda con cuatro tablas te preguntas ¿cómo he acabado aquí?
RISAS.
¿Cuántas se quedaron
en el camino?
Salí con cuatro y creo que partí cinco. Pero como había
trabajado en Olatu en preshape pues tenía buenos contactos en Australia. En
Hawaii Tokoro me dejó tablas bastante más baratas... En L.A. también. Menos mal porque si no me habría dejado la
vida en conseguir tablas.
A los que estén
pensando en hacer un viaje largo seguro que les gustaría preguntarte cómo te lo
montaste para hacer un viaje así…
Digamos que empecé con 18 años yéndome a Indonesia un mes.
Al verano siguiente tenía pasta, estaba trabajando en Decathlon y pedí una
excedencia y me la dieron. Jaja, me fui tres meses. RISAS. Cuando volví de Indo
la segunda vez le dije a mi madre:-Ama, tranquila que el próximo año no me voy.
Pero al año siguiente me fui para un año. En principio iba a viajar con otro.
Pero al final se echó atrás. Yo ya sabía que me iba a ir. Así que trabajar,
trabajar y trabajar. Estuve hasta en tres trabajos a la vez. En Pukas, en el
peaje y dando cursillos de surf. Mi objetivo era reunir pasta. Sabía que en
Australia iba a estar como medio año más o menos y pensaba que allí iba a
trabajar también.
Así pues, salí con unos 15.000 euros. Estuve un mes
tranquilo allí y me puse a trabajar. Pensé que quería ver cómo era hacer lo que
nuestros padres hacen en el día a día. Porque yo vivía con ellos. Ver lo que es
vivir y administrarse.
¿Dónde has tenido la
sesión más intensa de tu vida?
En Tahití
y en Hawaii. Teahupoo. Y luego Sunset me encantó. Esa ola... Y aparte hay miles de olas en
Hawaii. La peor ola de allí, en fuerza, le da mil vueltas a una de aquí. El
Pacífico, es otro mar.
Recuerdo el primer baño que me pegué en Rocky Point, cuando
llegué, venía de tres meses de Tahití, 5 meses de Indonesia y entré en un Rocky
Point on-shore con medio metro o algo más. Y hacía el pato y me tiraba para
atrás. Lo volvía a hacer y otra vez. Y pensaba ¿Pero qué me pasa? Y es la fuerza de la mar.
¿No crees que vamos
poco preparados a veces para semejante fuerza?
Eso es. No tenemos olas tan consistentes. Ni tan parecidas a
esas. En beach breaks como Las Landas y eso sí. Pero ya en olas de roca…
Pasaste 3 meses en
Teahupoo. En un diálogo permanente con la ola. ¿Cómo es la ola? ¿Cómo fue tu
primera sesión? Cuéntanos tu experiencia.
Si te digo la verdad tardé 30 días en pegarme un buen
tubo. Porque llegué y el primer día
estaba como 4 pies, estaba muy divertido. Pero claro, eso no es Teahupoo. Más
que tamaño es la dirección de la mar. Yo he estado con mar del oeste, con un
metrito y los huevos de corbata. Porque es como un codo imposible de pasar que
ya ves que te está cerrando por el otro lado.
Por otro lado me he pegado baños bastante grandes. Porque
recuerdo un día que estaban Raimana y estos con moto de agua tirándose cuando
venía la gorda. Yo estaba en una esquinita pensando yo no quiero saber nada... pero por lo menos
viendo el espectáculo.
¿Tuviste algún susto?
Me acuerdo...
fue el 1 de julio. Había como 3 metros, estaba potente. Lo bueno de Tahití es que se ve
claramente. Tú
entras y das la mano a todo el mundo. Hay mucho respeto. Y se ve los que van a
la gorda. Los que van a las normalitas y luego el grupito que dice yo me meto
aquí y a ver si rasco algo.
Tiene mucha masa de agua. Y tienes que hacer el pato desde
abajo del todo. No es como aquí que
igual haces a media altura. Estaba con la 6’10, hice el pato. Al hacerlo no
tienes que mirar con la cabeza arriba, te tienes que mantener plano, con la
cabeza metida en la tabla hacia abajo. Hice mal. Salí y empecé a tirar hacia atrás,
atrás, atrás. Y yo remando adelante, adelante.. No me chupó de milagro pero me
comí las otras siguientes.
Tabla partida, golpes contra el reef. Salí del agua agotado.
Me fui a dormir cuatro horas del tirón sin ni siquiera cambiarme del palizón
que me había dado. Todo mojado a la cama. Me desperté hacia las cuatro y media
de la tarde, veía que estaba bajando la mar y no me quería quedar con ese mal
sabor de boca. Estás solo, así que si no te animas tú no te anima nadie. Así
que allí fui y me regaló los mejores tubos de mi vida. Con el 6’6, la siguiente
más grande que tenía.
Creo que es un sitio que hay que ver. La fuerza que tiene.
Vas al canal y sales temblando porque parece que eres tú el que ha estado
surfeando. La energía que desprende es indescriptible.
Háblame de encuentros
con animales. Porque claro, en tanto tiempo seguro que te has cruzado con
algunos.
En Tahití
veía tiburones prácticamente todos los días yendo a surfear a Teahupoo. Una vez vi uno más
grande de lo que pensaba que sería, me di un buen susto. ¡Era hermoso! Era de mi
tamaño mínimo. Luego delfines que cuando salen de repente te asustan porque los
confundes con tiburones blanco y ballenas jorobadas en Australia. También
canguros.
Te has sacado hace
poco el título de buceo profesional. ¿Qué te atrae del buceo? ¿Qué te gusta?
La tranquilidad. El silencio. Que aunque estás trabajando
estás a tu bola. Sobre todo el silencio.
¿Qué te aporta
viajar? ¿Qué le dirías a la gente que está pensando en hacerlo?¿Viajar solo?
Conocerte a ti mismo. Viajar con una cuadrilla no te permite
desconectar de donde vives. Y cuando viajas solo por narices te tienes que
abrir a la gente. Y es la única forma de conocerte a ti mismo, estando solo. Porque no
tienes influencia de nadie. Y ves cómo actúas en una situación en la que tu
cabeza piensa, no en la que dos cabezas piensan.
En Australia escuché
a menudo una frase hecha que es “follow your nose” que viene a ser “sigue tu
olfato”, tu intuición. En la sociedad de aquí, en el día a día tenemos todo más
programado, planificado. ¿Crees que te vuelves más ágil viajando?
Yo diría que más que ágil es saber reconocer tus errores.
Identificarlos. Pensar –Lo he hecho mal. Y ya está, aprender de ello. Es una
frase que aquí nos cuesta decir. O –He sido yo. Sí que es cierto que te conviertes en alguien
más ágil pero le daría más importancia a que eres más claro contigo mismo, más
sincero.
¿Qué les dirías a las
personas que no han viajado mucho? ¿Crees que es una buena escuela viajar?
Tendría que ser obligatorio. Porque te conoces a ti mismo,
cómo eres. Y conoces a otra gente también cómo es. Y otros lugares. Que vivimos
en un metro cuadrado y fuera hay muchos metros y muchos pensamientos
diferentes. Y que en lo diferente está lo bonito. No es bonito que otro piense
igual que yo. Es bonito que otro piense diferente y que no tiene que darte
miedo. Que algo que tú no sepas no tiene porqué darte miedo. Es más, tiene que
ser un aliciente para buscar una solución, mejorar o lo que haga falta.
¿Qué tenemos en común
por ejemplo gente de aquí con gente que vive en Indonesia?
Yo diría que somos muy parecidos. Con matices diferentes
como puede ser la cultura o el sitio donde vives. Pero ya está. Luego todo el
mundo hace lo mismo. Trabaja para comer, quitando el uno por ciento que tiene
pasta para regalar… trabajamos para comer, para poder vivir lo mejor que puedas
y disfrutar de la vida.
¿Y ahora qué?
¿Asentarse o hacer pasta y viajar de nuevo?
Ahora estoy más tranquilo. Pero sí que me gustaría volver a
viajar. Pero claro, ahora en la situación que estamos a ver quién dice que no a
un trabajo.
¿Te has planteado
emigrar? ¿Instalarte en algún lugar del mundo que hayas visto en tus viajes?
Sí, pero tampoco creas que he encontrado un lugar para vivir
mucho mejor que aquí. Me iría a Hawaii a vivir cinco o diez años fácilmente.
Pero aquí se vive muy muy bien. Y tenemos unas estaciones que es algo bien
bonito. Que cuando estás un año en clima tropical se echa de menos
cambiar. Claro que el invierno es largo
aquí pero luego mira, nos sale un día bonito como hoy y estamos aquí charlando
al sol tan a gusto.
En días grandes se te
puede ver habitualmente salir del pueblo y atacar a olas como Deba, Karramarro,
etc..¿Qué te motiva de las olas grandes?
El miedo. Pasar miedo en el agua. (Sonríe). Simplemente.
Intento coger, poco a poco y con cabeza, un poco más grande y dominar el
miedo. Hay días muy grandes que entras,
no pillas ni una y estás con una sonrisa de oreja a oreja. Por la energía que
transmiten esos días.
¿Cuál ha sido la
sesión más grande que has tenido en tu vida?
Creo que la última que estuvimos en Sorginetxe. Entraban series
bastante majas.
¿Cómo te fue la
sesión? ¿Pillaste buenas olas, comiste?
Si, ya comí algunas. Pero sobre todo estuve super a gusto en
el agua. Volví de Mundaka que no estaba muy bueno y aquí veía las series y lo
veía factible, no me daban ganas de salir corriendo. Pillé muchas olas. Uno de
los días que más olas he pillado. Con un pintxo 9’2.
En Sunset también pillé algún día grande. Recuerdo que entré
con la 7’2. La tabla más grande que tenía. Estaban haciendo tow-in en la ola de
atrás, en Backyards. Entré y pasé como 3 horas. Pillé 3 olas. Ya en la arena
estaba la típica furgoneta de hippies hawaiianos y me dijeron en inglés: ¿Qué,
que tal con la tabla? Y todos empezaron a descojonarse. Yo les dije que era
pequeña pero había que entrar con lo que tienes. RISAS.
¿Qué tal es el
ambiente en Hawaii?
Se fomenta el respeto más que nada. Tiene muchísima fuerza
esa mar. Y la peor ola de todas, ojo, cuidado. RISAS. Hay corrientes que le dan
mil vueltas a lo que hay aquí. Yo no había visto corrientes así. Para entrar un
día grande en Pipe se tienen que tirar 400 metros más a la izquierda. Y luego
intentar pasar por la orillera de igual dos metros y medio con el pintxo. La corriente es tan fuerte que les ves pasar
como si fuera un tío corriendo, a esa velocidad.
Sobre todo respeto. Porque ahí cada uno tiene que ver a qué
nivel está y saber decir no. Y para no meterle a otro en unos graves problemas.
Claro. Entonces un
crío que empieza a surfear allí adquiere un nivel que..
Nos dan mil vueltas allí. Mil vueltas. Días grandes de
Sunset en los que he estado veías a chavales con un 5’11, en el pico fuera de
la tabla apoyados, charlando tranquilamente como si estuviéramos nosotros aquí
en Hendaia y yo temblando). RISAS.
Y eso tú que eres un
buen surfista!
¿Alguna
anécdota?¿Algún momento?
El robo. En Honduras. Fui a cenar con unos de Eibar. Estaba
cansado y me volví antes a dormir. Llegué y el cristal de la habitación estaba
roto. Todo destrozado. Yo me quedé sin portátil y sin 17.000 fotos que había hecho,
pasaporte, etc. El
portátil de mi amigo, sus fotos...Esto fue a 6 meses del regreso a casa. Y ahí
tuvimos la suerte de tener el DNI en el bolsillo para poder acudir a la embajada y pedir un
pasaporte nuevo.
Al menos no se llevaron las tablas. Aunque se llevaron las
quillas y eso me tocó bastante. Mi viaje era de surfing. Pensé que no me habían
robado las tablas pero me robaron las quillas y eso psicológicamente me
machacó.
Total que nos dijeron en la embajada que tardarían 3 meses
en hacernos el pasaporte. Nos hicieron uno de emergencia para poder salir del
país. Vamos a cruzar la frontera y que no nos dejan salir del país porque no
teníamos sello de entrada. De nuevo a inmigraciones Hondureñas. Allí no tienen
nada informatizado y se pensaron que éramos ilegales. No recordábamos ni por dónde habíamos entrado
al país ni el día exacto. Eso fue una cagada nuestra. Estuvieron a punto de
meternos al calabozo. Llamaron a todas las fronteras 3 veces y no aparecíamos
en el registro. A falta de 20 minutos de que cerraran aparecieron nuestros
datos. Claro, si no puedes demostrarlo no te van a dejar marchar así por las
buenas.
En Indo, en Nias, una tarde pasé de estar bien a tener 39’9
de fiebre. Fui al médico del pueblo, me hicieron una mini prueba de sangre y me
dijeron que tenía malaria. Una semana más tarde hice otra prueba y dio negativo.
Pero pasé una semana mala. Además la persona que gestionaba mi seguro de viaje
decía que no estaba cubierto. Había pagado una pasta (600 euros) de seguro y
esa persona por lo que sea no acertaba a ver las cláusulas correctas en el
ordenador. Yo no quería llamar a casa hasta no hacerme la segunda prueba. Pero
tuve que llamarles para que me ayudaran a meter presión al seguro. La chica del
seguro no había visto un anexo en el que figuraba mi póliza.
Al final todo quedó en un susto.
Y en Tahití
también enfermé. En Teahupoo. No estoy seguro pero creo que igual tuve Dengue.
Porque tenía de 6 síntomas, 5. De la cama a la puerta tenía 4 metros y no podía
llegar caminando. Una semana malísima. No podía ni ir a la parada del bus para
ir al médico. Esa fue la peor de todas sin duda.
También en Sudáfrica vimos cómo se nos escapaba el avión
después de estar esperando un buen rato. Le miré al que iba conmigo y le dije:
-Zigor, me parece que la estamos cagando. Fue un fallo en los paneles
informativos. Al menos no fuimos los únicos, le pasó a otras 20 personas del mismo vuelo. RISAS.
En ese momento en el que te
pierdes por el destino o lo que sea, pues a mí me salió una sonrisita
pensando: -Ya está, liada otra vez. Otra historieta para solucionar.
Lo mejor que me ha pasado es encontrarme en una situación en
la que te tienes que buscar la vida. Y ver cómo reaccionas. Ahí es dónde te
conoces a ti mismo.
Próximo destino.
¿Algún lugar que te gustaría conocer?
A Bolivia o Guatemala volvería. Un sitio muy bonito para
visitar. Y si no
Hawaii o Tahití.
Quiero Pacífico. Quiero estar en un sitio en el que hay que esperar a que baje
la mar para poder entrar. Y si no entro
poder disfrutar viendo a la gente que si entra.
¿Quieres lanzar un
mensaje a los kukuoyentes?
Foto: Ion Iarburu |
Eskerrik asko Iker!
Gracias
a ti. RISAS.
3 comentaris:
Muy interesante. La verdad es que comparto cada una de las líneas de esta entrevista.
Gracias por acercarnos estas historias!
Aupa Iker!!
Aupa Iker!!
Publica un comentari a l'entrada