La curiosidad como surfista, pescador ocasional y amante de
la naturaleza me llevó a investigar.
Para mí era evidente la presencia de tiburones en algunos
países que he visitado. Sin embargo me pregunté ¿hay tiburones en nuestra
costa? La respuesta es si y muchos.
Hace más de cuarenta años mi padre se encontró con un
marrajo de buen tamaño en las calas bajo el faro de Hondarribia. En una segunda
ocasión con un angelote.
Pero ¿qué presencia hay de escualos en 2014?
La presencia de los tiburones en los medios no pasa de ser anecdótica. Como por ejemplo la visita del inofensivo tiburón peregrino o de algún marrajo extraviado.
Me preguntaba si tan esquilmado estaba nuestro querido Cantábrico que ya apenas había rastro de los tiburones que antes paseaban por nuestras orillas. Y así empezó esta investigación personal.
Conseguí el contacto del patrón de un barco especializado en la pesca del Tiburón Azul, la Tintorera.
Me cogió el teléfono y resultó que estaban a punto de zarpar. Tras unas preguntas sobre quién era yo y cómo había conseguido su contacto accedió a que acudiera a recibirles a su regreso con la carga a puerto.
Seguí al barco por GPS en su travesía. No lejos de la costa landesa, faenaba por la zona de Arcachon. Subía y bajaba periódicamente. Por lo que me contó esta pesca se lleva a cabo durante ocho meses al año con líneas de 1.500 anzuelos como el de la fotografía.
Anzuelo utilizado para la pesca del Tiburón Azul |
Una noche, observando la pantalla de mi móvil me sobresalté al ver que el pequeño barco regresaba a puerto a buen ritmo. Cogí el teléfono y el patrón me contestó. La pesca había sido buena y tras tres días de faena descargarían en las próximas horas.
Apresuradamente, ya entrada la medianoche cogí la cámara y mi cuaderno y tracé la sinuosa carretera de la costa tras un bocado rápido y un trago de cafeína.
Permanecí charlando con el patrón en el muelle entre advertencias, pitillos y algunos problemas y gritos característicos de la descarga a una tripulación cansada que había de vaciar su preciada carga.
Mis cálculos mentales tiraban obviamente a la baja. Ante mis ojos incrédulos descargaban catorce toneladas de tiburón azul capturado a la vuelta de la esquina en los tres últimos días. Unos ochocientos tiburones. Es precisamente el principio del verano la época más propicia para su abundancia en estas aguas, cuando persigue a la sardina.
La Tintorera tiene un intenso color azul en su parte superior y es blanco en la parte inferior. Con un morro alargado tiene una película de una especie de tinta, similar a la del calamar de color negro recubre su cuerpo.
El destino de los mismos se reparte de la siguiente manera. Las aletas van a Japón para sopas y cosméticos y la carne (de baja calidad) para ser servidas en hospitales en el sur, en Andalucía.
En el momento estaba desconcertado por la falta de sueño y tanta información. Personalmente me produjo tristeza ver tantos de aquellos hermosos depredadores apilados en cajas, prácticamente aplastados por otras cajas que se apilaban encima, con sus largas y estilizadas colas sobresaliendo por los bordes.
Quiero dejar claro que estos hombres no estaban descargando clandestinamente. Cumplen la ley y severas inspecciones.
La mejor alianza que imagino sería entre biólogos y estos hombres de La Mar que la conocen bien, los pescadores, para preservar el equilibrio de los Océanos. Pero esa iniciativa debe partir de los hombres y mujeres de Estado, que han de abrir sus conciencias a la protección de la Naturaleza urgentemente con medidas que se ajusten a la implacable realidad de la extinción.
Este artículo no es una caza de brujas contra esos pescadores. Por otra parte, contrastando los tamaños que vi (solamente había dos tiburones de poco más de dos metros) con la información de La Guía de Campo de los Tiburones del Mundo de Leonard Compagno, Marc Dando y Sarah Fowler publicada en 2005, deduzco que los tamaños que se están capturando (actualmente legales) no permiten llegar a la madurez sexual al tiburón azul.
Según esta prestigiosa guía los machos maduran al alcanzar entre los 182 y los 281 cm, mientras que las hembras lo hacen entre los 183 y 221. La mayoría de los tiburones que vi en aquella descarga no llegaban a ese tamaño.
No es difícil deducir que no es una pesca sostenible para el Tiburón Azul o Tintorera (Caila o Kaela en otros lugares), el tiburón más pescado del mundo.
Si es cierto lo que afirman numerosos biólogos marinos de distintos puntos del planeta, que los tiburones son una pieza vital en el equilibrio marino, estamos desequilibrando gravemente el Océano mucho antes de conocerlo.
Los tiburones conservan las aguas limpias de cuerpos en descomposición, debido a su selección de animales débiles mantienen ágiles a las poblaciones de peces llegando su papel en la cadena a afectar a las plantas marinas.
La mayoría de la población desconoce que haya tantos tiburones rondando nuestras aguas y vamos ahora a tratar el factor miedo.
El patrón del barco que pesca tiburones afirma que a tan solo 5 o 6 millas de nuestra costa se pesca también fácilmente la tintorera.
El treinta de mayo de 2014, un barco pesquero de costa, el Totaio recogió en sus redes un marrajo de 120 kg a media milla de la costa a la altura de Lekeitio. Muerto lo devolvieron al mar ya que su pesca está prohibida. En las fotos se muestra el aspecto fiero y terrible de las películas asegurando que se vea bien de sangre y mandíbulas abiertas.
Curiosamente, unas pocas semanas más tarde encuentro a la venta unas grandes rodajas de Marrajo en la pescadería de Eroski. Extraña contradicción. Prohibido pescarlo pero ¿aprobada su venta? Pescado en otro lugar donde está permitido y vendido en un lugar donde está prohibido pescarlo.
Marrajo a la venta en pescaderías Eroski |
Supuestamente el uno de junio un grupo de marrajos fue visto desde la costa de Lekeitio. Existe una fotografía pero no he podido llegar a la fuente por lo que está sin verificar. Si hay testigos directos por favor pónganse en contacto con este blog para contarnos su avistamiento.
Avistamiento de supuestos marrajos desde la costa de Lekeitio sin confirmar. |
El ocho de junio encuentro en un simple paseo en Las Landas numerosos “monederos de sirena” o huevos de tiburón, estos pertenecientes a especies mucho más pequeñas que la Tintorera, como la Pintarroja, un precioso tiburón. También encuentro uno de raya.
Monederos de sirena o huevos de tiburón y raya |
El veinticuatro de junio se publica en Surf Europe Mag la noticia de que un tiburón azul ha aparecido en la laguna atrapado por la marea baja. Es ayudado por un pescador a regresar al mar.
noticia sin confirmar |
Hace dos años, un hombre al que he entrevistado de 38 años llamado Aritz tuvo un encuentro con un marrajo mientras practicaba pesca submarina cerca de Mutriku. Había realizado una espera a unos catorce metros; cuando se disponía a subir apareció el escualo de unos dos metros y medio.
Este pescador experimentado regresó a la superficie y el tiburón no mostró ningún interés en él. Se llevó un buen susto, tanto que llevaba el fusil en una mano y el puñal en la otra, olvidando que llevaba sus sangrantes capturas en la bolsa a su espalda. Me cuenta que sin duda las habría soltado de haber recordado que las tenía. Pero no pasó absolutamente nada a pesar de tener que nadar hasta su lancha a varios cientos de metros de allí.
Casi el 50% de la población mundial vive en la costa. Se dan entre 4 y 7 víctimas mortales de media por ataques de tiburón al año entre una población de más 7.000.000.000 de personas. Una muerte terrible pero ciertamente escasa.
Al año se producen aproximadamente 1.200.000 muertes por accidentes de tráfico y seguimos subiéndonos al coche sin pensarlo.
La conclusión es que los tiburones ignoran a la raza humana, o es más, posiblemente la rehuya. No representan un peligro real.
Al tiburón le pasa algo parecido que al lobo en tierra. Se le atribuyen malignos poderes, se les trata de alimañas a eliminar, a menudo asignándoles valores humanos como la venganza o el odio. Muchas películas nos hacen verlo así distorsionando su comportamiento y creándonos fobias que en realidad no tiene una base sólida. Como al lobo, hay que protegerlo y recuperarlo.
Su papel en la naturaleza es otro. Es parte de nuestro patrimonio natural y debemos preservarlo.
Estamos acabando con estos magníficos animales mucho antes de saber siquiera que siempre han estado aquí.
Debemos evitar el colapso de las especies.
Quizás el miedo que nos produce el tiburón se convierta en fascinación en un futuro no muy lejano, con la esperanza de que sea antes de que desaparezcan.
7 comentaris:
Muy interesante!!! Zorionak por el trabajo de campo y la recogida de datos. Se agradece cuando alguien hace algo con pasión y es capaz de dejarse de sentimentalismos. Ondo segi!
F
Gracias. Ondo ibili!
¡Muy buen artículo, Jabi!Enhorabuena.
Me ha dejado un poco mosqueada el leer que la carne de este precioso pez, siendo de baja calidad, se venda para alimentar a los enfermos de nuestros hospitales...Seguimos siendo el culo de Europa por lo que veo...Tristeza.
Me ha gustado mucho tu artículo, porque parece más eso que un entrada de un blog. Digno de una publicación menos modesta y más interesante que muchas de las cosas que a diario caen en mis manos (o ante mis ojos a través de una pantalla).
Un saludo y boas ondas!
Muchas gracias Victoria. Acerca del comentario de la carne servida en hospitales en Andalucía, es lo que me dijo a mí el patrón. Esa sería otra investigación diferente pero te animo a llevarla a cabo. Ánimo y un abrazo!
Anònim. Muchas gracias por tu comentario y por leer, boas ondas!
Encontramos unos monederos de sirena en el Cantábrico y gracias a tu blog he conseguido saber el tipo de tiburón al que pertenecen. Muy interesante lo que cuentas.
Gracias por publicar esa información, saludos
Susana
Susana, muchas gracias a ti estar a la escucha.
Un saludo!
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