Antes que nada, disculparme por desconectar durante prácticamente estas últimas dos semanas.
El trabajo intenso han hecho que los únicos momentos de tranquilidad los aprovechara para disfrutar de la ahora calmada Mar y de algunos momentos de paz.
Pero como caminante de la costa no puedo resistirme a seguir llevando la cámara colgada y aquí os traigo la primera serie de varias fotografías que he editado y que iré colgando esta semana. En particular en esta entrada del último golpe de Mar del devastador tren de maretones que hemos presenciado con los ojos y la boca abiertas. Nuestros ancianos no recuerdan algo así y los destrozos han sido cuantiosos.
Desde Lekeitio y Sopelana, pasando por el castigado Zarautz hasta el vencido espigón de Donostia.
Lección de humildad que aprender.
Ondo ibili kukureaders!
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