diumenge, de febrer 07, 2016

1.317 3sesenta. Surfari. Nueva Zelanda & French Polynesia.


















Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria. Desde la revista 3sesenta me pidieron hace unos números que escribiera algunos "consejos" para un surfari de mayo a septiembre. Si bien siempre hay mucho camino que aprender, os dejo algunos que derivaron de mi experiencia en 2011. 

No dudéis en aportar los vuestros en los comentarios que pueden ayudar a futuros viajeros surferos. Buen domingo. Ondo ibili kukuoyentes!



Surfari
Por Jabi Iraizoz


La aventura que se vive en solitario es mucho más intensa que con acompañantes. Un surfari de unos días a Marruecos con amigos es una fiesta pero lo veo más para surfistas casados y con hijos que se juntan una vez al año para recordar sus aventuras y ampliarlas de una manera más controlada.

Viajar de mayo a septiembre es una época perfecta para acudir a algunos destinos del mundo. Lugares donde es invierno y puedes disfrutar de buenas marejadas y rompientes nuevas para ti, ¿hay algo más estimulante?

Dos ejemplos en esa época que nos atraen mucho a los surfistas de aquí por su lejanía y más difícil accesibilidad son Nueva Zelanda y Polinesia francesa. Nunca hay que descartar Australia e Indonesia pero me voy a centrar más en los dos primeros.

La tierra de los maoríes está llena de rompientes solitarias y montañas mágicas de invierno. Tanto la costa este como oeste de la isla norte está llena de rompientes de alta calidad. Y me consta que la costa sur no se queda corta. Olas larguísimas, slabs, tubos.

Y ¿quién no ha soñado con surfear en alguna rompiente recóndita de Polinesia Francesa? Con el magnetismo que produce el color de sus aguas azul turquesa y la potencia y calidad de sus ondas.

Para mi quiver elegiría dos tablas. Soy un surfista normal, no profesional, de 180m y 75 kg. Llevaría una primera más pequeñita y redonda como la Dumpster Diver de Al Merrick. En mi caso 58 x 19 x 2 ½.

Esta tabla te permitirá cubrir muchísimos tipos y tamaños de olas. Aunque es la que uso yo, hoy en día los surfistas nos estamos beneficiando de una auténtica revolución en los modelos increíbles de tablas que salen y del abaratamiento de las tablas debido a la mayor competencia entre multitud de marcas. Esta tabla es algo especial y recomendaría usarla bastante antes de viajar con ella a olas desconocidas.

La segunda tabla que llevaría sería la Barrell Machine de Wetsand. Si hay tubos quiero una tabla afilada con cuatro quillas (incluso le meto la quinta roja pequeñita) para intentar conseguir alguno y no tener malas pasadas con cantos que no agarran. Para poder seguir una buena línea en la pared. También con volumen. Para mí 60 x 18 ¾ 2 ½.

Para condiciones más sólidas de un día de swell más grande intentaría localizar una tabla en el lugar de destino.

Si tuviera que elegir una elegiría la primera. Metiendo unas quillas más grandes puede aguantar también condiciones tuberas y su volumen te permite entrar a olas de buen tamaño.

En equipamiento extra metería un par de inventos, un pequeño kit de reparación con celofán, lija y fibra extra y listo.

Creo que un punto clave para disfrutar del viaje es tratar de aligerar el peso al máximo. Como le escuché decir al gran viajero Kepa Acero hasta prescindiría de las bolsas con ruedas. Un paquete compacto y protegido con las dos tablas y una mochila. Quizás otra mochila pequeña si llevas cámara y un pequeño portátil. Nada más.

En la mochila. Depende si vamos a invierno o verano. Pero poniéndolo más difícil imaginemos que vamos a estar en Nueva Zelanda en su invierno y de ahí saltaremos a Tahiti con un clima privilegiado.

En NZ vas a necesitar neopreno de invierno y escarpines. Puedes meterlo en la funda de las tablas. Aparte, un par de chanclas, un par de zapatillas, dos pares de calcetines gordos, tres gayumbos, un pantalón vaquero, tres camisetas, un forro polar, un chubasquero bueno que aguante un chaparrón, dos bañatas, una bermuda y una licra. Gafas de sol, protección solar si o sí, repelente potente de mosquitos y un pequeño botiquín con pinzas acabadas en punta para los erizos, unos puntos de papel, navaja multiusos con tijera, betadine y un rollo de cinta americana para vendajes o chapuzas varias. Un rollito de pita para lo que pueda surgir y unas chinchetas.

Unas gafas de bucear y unos cuantos anzuelos. Y bien de blu-tack para los oídos.

Planificar el viaje es muy motivador. Hacerlo sobre un mapa y atando bien los cabos es muy importante. Pero siempre deja parte del mismo abierto para permitir que entre la aventura en tu vida, sino no sucederá. Puedes atar los grandes vuelos pero en lo que pase entre ellos tiene que haber improvisación y flexibilidad debido a los partes. Una pista muy interesante: no dejéis de mirar los around the world ticket. Es posible que usándolos os salga todo mucho más barato que un trayecto directo a Tahiti.

Aunque siempre buscamos el ahorro puede ser interesante gestionar ciertos visados con agencias de viaje de confianza. Te puedes evitar dolores de cabeza y partir con un visado más extenso. Tener a una persona que te eche un cable desde aquí al alcance con un e-mail podría ser un punto de refuerzo interesante.

Respecto a las líneas aéreas vuestro objetivo principal es averiguar si cobran o no por las tablas. Igual te sale mejor hacerte con una tabla en el destino. Contactad con la compañía previamente y el día D ser muy educados y simpáticos en el mostrador del aeropuerto.

En el caso del surfista viajero en solitario hay que tener en cuenta que Nueva Zelanda y Polinesia francesa no son países baratos. La libertad que puedes tener en Indonesia alquilando una moto con racks baratísima no la vas a tener allí. Tu estrategia tiene que ser unir en el mapa tu alojamiento con un lugar de múltiples rompientes a las que se pueda acceder a pié. Si no, estarás atrapado por un lugar en el que verás cómo tus ahorros irán bajando a gran velocidad.

En Nueva Zelanda hay hostales muy cerca de picos increíbles en los que puedes trabajar unas horitas a cambio de alojamiento. En Polinesia Francesa, busca los ferrys baratos, los que usan los polinesios para ir de isla en isla desde Papeete. Investiga un poco y piérdete bien lejos. Y llegarás a alojamientos limpios con cocina delante de la que quizá sea la ola de tu vida.

Cuidado en Papeete por la noche, puede ser un lugar peligroso. Tened en cuenta las horas de llegada de los ferrys. En las islas no tendrás problemas si tienes que improvisar una cama con tu funda hasta el amanecer pero en la capital hay que tener más cuidado.   

Por lo demás improvisa y utiliza cualquier medio de transporte que te sirva para acercarte a esa ola y que no te arruine.

Para los viajeros en grupo compartir coche de alquiler o furgoneta es una gran idea.
Y si además podéis cocinar en ella mucho mejor.

El dinero. Soy partidario de llevar un escondite con traveller-checks de American Express, aunque ojo, hay países que no los aceptan. También algunos billetes de euro que no sean demasiado grandes, de 50 por ejemplo. Hay gente que lo mete bajo la plantilla de la zapatilla o en esos cinturones con una cremallera oculta. Es bueno tener una reserva. Observar el cambio si sube o baja es también importante y asegurarte de que si te vas a aislar mucho tener el cash suficiente para pagar imprevistos, motos, barcos, etc

Respecto a la alimentación no olvides meterte bien de fruta cada día e hidratarte. Te mantendrá fuerte y con las defensas más altas. Alimentación a base de pasta o arroz y cómo no, tienes que pescar. Hazte con una caña o si te animas, consigue una lanza estilo hawaiiana. Consiste en un palo de metal con un extremo de cuatro puntas y en el otro una goma elástica para tensarla y disparar. Tendrás que acercarte bastante a los peces pero no hay como pescar con hambre. Todo cobra sentido. Estudia bien las especies porque hay peces venenosos, caza solo lo que vayas a comer, dale una muerte rápida y da las gracias por ello. Cuando los demás en el hostal se estén comiendo su lata de atún y aparezcas con un hermoso pescado fresco verás que caras ponen. Comparte y disfrútalo. Habrás conseguido comer sano y sin emplear más que tu habilidad. Pescar, o intentarlo,  es una bonita manera de hacer amigos.

Respecto a recomendaciones antes de entrar al agua.

Revisa bien tu material y las condiciones. Cómo vas a entrar y por dónde vas a salir. Calcula bien el tamaño y pregúntate si estás preparado para comerte la serie y volver entero. Si no lo ves, no entres. Hay muchos gallitos que acaban con serias lesiones en el hospital. Sigue los consejos de la gente local, se extremadamente respetuoso y humilde sobre todo en Polinesia Francesa. Los locales son duros y con las reglas muy claras.

Los primeros días se el primero en entrar y cuando empiece a llegar la gente márchate. Si te dan la oportunidad de reir tómala y no hagas fotos si no tienes permiso. No muestres excesivo interés en nada en concreto. Si te ceden una ola píllala. Si eres respetuoso y viajas solo con tiempo te irán abriendo las puertas.

En Nueva Zelanda y Polinesia Francesa también hay tiburones aunque no se difunda mucho. Es cierto que son escasos los ataques pero no está de más seguir las recomendaciones generales de estos casos. No surfear antes de amanecer ni después de la puesta de sol. No llevar objetos brillantes. No surfear solo. No surfear en días tormentosos o muy nublados o en las desembocaduras de los ríos después de las lluvias. No surfear si tienes la regla o una herida sangrante. Y es mejor no orinar en el agua. Luego ya cada uno sabrá el nivel de riesgo que quiere asumir.

Otro punto a tener en cuenta es que hay rompientes en algunas islas que están en el reef exterior. Si estás solo y te lleva la corriente un día grande puede que te veas en dificultades para volver a la isla. Conocí a un veterano bodysurfer australiano que se vio en esa situación y tuvo que ser rescatado por un pescador ya en mar abierto.



Por lo demás, si vas a viajar en un surftrip es que estás muy bien. Significa que tienes salud, tiempo y dinero. Así que no te lo pienses y aprovecha la oportunidad. Es un verdadero regalo. Suerte!