dimarts, de maig 10, 2016

1.321 Koala haundi bat. Un gran Koala. A great Koala.

Koala. Foto: Lu Aguas
Koala. Foto: Eric Chauché.

Gallo y Koala


Mikel Agote, Koala, Axi Muniain, Ibon Amatriain e Igor Muniain. 


























Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria. Os dejo hoy con la entrevista publicada en el número 182 de la 3sesenta. Ondo ibili!


Edward S. Curtis (1868-1952) pasó gran parte de su vida retratando y describiendo las costumbres y estilo de vida de los indios de Norteamérica. Entre ellos, convivió con los apsarokes, posiblemente la tribu más evolucionada y fiera entre los guerreros.

Entre sus hábitos tenían uno que consistía en adoptar nombres graciosos como “Liebre Moteada”, “Mocasines Peludos”, “Perro Viejo”, “Buey Grande”, o “Va Delante”, con la intención de provocar la simpatía de los espíritus protectores. Todos ellos eran grandes guerreros que desafiaban los escenarios de batalla más difíciles, casi siempre con éxito y determinación.

Hoy entrevisto a Koala (Ibon Illarramendi), miembro de una cuadrilla de Zarautz que ha dado mucho que hablar y escribir en las páginas del surf. Como asistente de las más grandes figuras como Ibon Amatriain, Mikel Agote y Axi Muniain, ha vivido experiencias que el resto de mortales hemos de conformarnos con imaginar a través de sus intensas palabras y también de los que han sido asistidos por él. Sin olvidar su papel como uno de los fieles asistentes de Gallo en los baños diarios.


¿cuántos años tienes?

Cuarenta y dos

¿eres el primer surfista en la familia?

Si, la verdad es que si.

Kanguro, Gallo, Patxipollo, Panda, Koala? ¿Qué demonios pasa en Zarautz con los motes de animales?

Jajajaja. Joe, pues no lo se. Esos somos la cuadrilla. Menos panda somos los que siempre hemos andado juntos. Y respecto a olas grandes Kanguro e Ibon cogían olas muy buenas y muy grandes prácticamente mano a mano.

¿cómo empezaste a surfear?

Pues con diez años. Les pedía la tabla a los socorristas y así empecé hasta que me compré mi primera tabla, una Mark Richards twin-fin.

¿recuerdas tus primeras olas?

Recuerdo sobre todo quedarnos hasta el anochecer con olas buenas en Zarautz cuando apenas había gente, con Ibon y con Ganuza. Yo recuerdo que en la ikastola había muy poca gente que surfeara, como Joseba Iriondo, pero en mi curso no había nadie más. Hoy día hay muchos niños que surfean.

¿a qué edad te empezaste a interesar por las olas grandes?

Yo es que fui ciclista durante bastante tiempo. El primer baño de olas grandes fue en Sorgin-Etxe, la gran ola de Deba, con dieciséis años. Íbamos con un ocho pies como mucho que me dejó Ibon, aquí apenas existían los pintxos. Estabamos Nick Lavery, Kanguro, Ibontxo, Mario que era corchero de Sopelana creo recordar y Peio el amigo de Zumo.

Las olas estaban de unos cuatro metros. Casi al anochecer. Pues de pronto nos entró una serie de seis. Ibon pilló la primera ola y la siguiente nos barrió a todos los demás. Yo acabé llorando del susto. Nos pegó una buena paliza. No teníamos ni chalecos ni nada. De hecho esa serie estaba grabada por Nerea, ¡igual en beta! (risas). Peio que es un tio que aprendió en Meñakoz aún se acuerda de aquél día.

La primera ola grande que surfeé fue Karramarro, como paso intermedio. Luego Deba y luego Roka Puta. Después empezamos con las motos en el año 2.000 en Playa Gris.

Como Pukas tenía dos motos yo empecé de moto de apoyo llevando a un cámara al canal donde no había peligro. Como yo tenía el PER (título de patrón de embarcaciones de recreo) me llamaron. Yo no cobraba nada por aquello, lo hacía por placer. Luego empezó el cachondeo y les decía me tendréis que pagar con un par de olas. Y así fue, la primera ola con tow-in que pillé fue Playa Gris con cinco o seis metros. Es una ola muy noble. Es mucho más sencilla que Isla Pancha o Agiti. A Agiti me he asomado con Axi pero ya prácticamente entrando un día en la ola, había mucho viento y no le di da miedo.

Las mayores aventuras las he tenido con Axi. Cuando ha estado todo desfasado, todo roto. La que pilló en Tximistarri en Igeldo, fue conmigo de piloto. Ese día La Mar rompió todos los diques, fueron los maretones de febrero de 2014. La Mar estaba terrible, llena de troncos. No salió nadie más.

Pero Agiti es la peor. Mucho respeto. Hay unas cuevas impresionantes allí abajo.


¿Cuál ha sido la ola que más te ha impresionado?

La ola de Axi en Galicia. La derecha. Es más una vez fuimos Axi, Ibon, Aritz, Pablo, Mikel, Indar y yo. Y solo le dio Axi. Le lanzó Pablo que tiene mucha visión de la ola y lanza muy suave. Estaba muy muy grande.

¿La más grande que has surfeado?

Isla Pancha. Esa va mutando, no es como Playa Gris. Allí pillé mis olas más grandes.

Has asistido a grandes surfistas como Ibon Amatriain, Mikel Agote, Axi Muniain, Indar Unanue, etc… Has tenido que vivir grandes aventuras con ellos. ¿Cuál es la que más recuerdas?

Tengo tantas… Al principio íbamos mucho a Isla Pancha con Ibon y con Agote y luego ya con Axi investigamos mucho por Costa da Morte. Íbamos cuando hacía malo, bueno, de todas las maneras. Axi ha encontrado las olas pero nos hemos pegado horas de salir con tiempo malísimo e igual pasábamos seis horas en moto. En Costa da Morte ves explotar unas olas increíbles desde esa perspectiva. Tengo imágenes imborrables en la mente, pierdes hasta la noción del tamaño de las olas. Olas imposibles de coger. Pero ver cómo se forman, igual de diez, doce metros o más, es impresionante.

Estos surfistas son diferentes entre ellos. Con Ibon y Mikel es todo más calculado. Con Axi es todo más revolucionado. Igual me llama y me dice si en un par de horas salimos para Galicia. Conducir toda la noche, llegar allí a las tres de la mañana, dormir hasta las seis, trajes, motos y siete horas explorando con la moto. Con todos muy bien. Las experiencias con el camión de Axi han sido muy guapas. Era un lujo tener un camión tan bien equipado. Es como un comando del surf.

En esas aventuras hay un riesgo muy alto si las cosas se tuercen. ¿Cuál ha sido la más complicada?

La de Punta Galea. Volvíamos de un trip y necesitaban motos de rescate a última hora y nos apuntamos. Y pasó lo que pasó. Fui a rescatar a Pilou y no soltó el aro que les damos para ayudarles a subir a la camilla. Entonces fue como un ancla y no hubo manera de pasar la espuma. En Francia hemos superado espumas más grandes. Pero bueno, son cosas que pasan. Andamos como el gato y el ratón… A todos se nos han ido motos a las rocas. Lo peor fue por el golpe que me llevé en el muslo al chocar contra las rocas y eso que iba bien protegido. Luego estuve todo el día en el campeonato hasta que acabó y a la vuelta paré en la gasolinera a repostar y me desmayé. Tuvieron que llamar a la ambulancia.

¿Alguna anécdota que recuerdes especialmente?

Nos ha pasado de todo. Ruedas pinchadas, pararnos la Guardia Civil. Te ven con alerta roja, con motos en el remolque y tablas. Pero no nos han multado nunca por entrar al agua. Incluso la Ertzaintza al ver quienes son los surfistas nos dejan pasar.

En Galicia, la gente es muy maja y te explican dónde están sus lugares especiales, el guardia de Costa da Morte Xoxé nos ayudó mucho. Un saludo para todos ellos. 

También me gustaría agradecer a Axi, Pablo, Ibon y Mikel haberme dado la oportunidad de ir con ellos porque no todo el mundo vive esto.


¿A qué países has viajado?

A México, Puerto Escondido un par de veces, la primera de luna de miel y la segunda con Palotes; Indonesia, Canarias, Marruecos y Galicia a menudo. Allí coincidíamos mucho con Tony Butt, gran conocedor de la costa y oceanógrafo.

¿Has tenido encuentros con animales en el agua?

Bueno, hemos visto saltar grandes peces en Galicia. También hemos pillado unos percebes enormes. Pero no cogíamos muchos, solo un par de kilos para la cena en el camión. En sitios inaccesibles. Y con permiso del guarda Xoxé (jajaja, risas). En California focas que sacan la cabeza de repente. Y en Indonesia desde Uluwatu ballenas.

¿Cómo ha sido tu papel de caddy con Gallo?

Pues entramos juntos al agua y también fuimos juntos al campeonato de California. Pero no solo entro yo con él al agua, entra más gente. Cuando no estoy trabajando pues ahí andamos. Somos amigos desde hace muchos años.


¿Crees que la gente joven se está aproximando demasiado rápido a las olas grandes?

Creo que a veces si. No puedes subir un ocho mil sin haber practicado antes en montañas más pequeñas. Pues con las olas es igual. Para entrar en Roka Puta un día grande hay que estar preparado. Que vayan poco a poco. Que no por llevar un chaleco te vas a salvar. Las mayores comidas las he tenido con chaleco. Estuve diecinueve segundos bajo el agua, me dio tiempo a coger un chupito de aire y me cayó la siguiente encima. Y era un día de tres metros. Cuidado.

Y hay que saber por dónde hay que salir antes de entrar al agua.


AXI MUNIAIN SOBRE KOALA


1- ¿Cómo conociste a Koala?

Koala es una de esas personas que te encuentras a diario en el agua, cogimos confianza con rapidez y no tardamos en compartir unas cervezas al principio y odiseas o aventuras en la actualidad. 

2- ¿Cual ha sido su papel y qué aporta en sesiones de olas grandes?

Koala representa comer de fabula cuando asistimos en camión y es que el jodío tiene buena mano en la cocina y no solo eso, sino que es por excelencia el piloto que suele acudir asistiendo al cámara. Es como comenzó todo; luego su confianza y experiencias fueron creciendo y se animaba a hacer de water patrol. Koala representa una fiel alternativa para cuando otros prefieren optar por desafíos mas accesibles. Lo que siempre pide a cambio de su apoyo es ponerle en un par de olas.

3- ¿Cómo lo describirías como persona?

Mr. Koala es un tipo grande, de sangre caliente al igual que servidor y con un gran corazón. Un tío entregado y dispuesto a seguirte si lo que se augura es una aventura digna. Siempre dispuesto a ayudar, con lo que aprovecho para agradecerle su apoyo incondicional.

4- ¿Recuerdas alguna anécdota destacable sobre Koala?

Me vienen varias a la cabeza...Pero recalcaría los momentos emblemáticos vividos en el camión contemplando como preparaba la cena mientras circulaban las imágenes de la jornada en la pantalla.
Tenían que repetirme todas las olas. Suelo estar hipnotizado con los preparativos tras una jornada de adrenalina. 


IBON AMATRIAIN SOBRE KOALA


1- ¿Cómo conociste a Koala?
Le conozco desde que era un crio. Desde pequeño ya se le veia que era un tio duro. Una de las personas que mas veces seguidas he visto caerse en una rampa de patin y volverlo a intentarlo una y otra vez. Lo que aguantaba...

2- ¿Cual ha sido su papel y que aporta en sesiones de olas grandes?
A Koala siempre le ves en todas las salsas cuando hay olas grandes. Tiene mucha experiencia  y muchas horas pilotando la moto con condiciones serias. Desde que hay gente como Koala que vigila a la gente los dias de olas grandes, hay mucha mas seguridad en el agua y eso se agradece un montón. 

3- ¿Cómo lo describirías como persona?
Un tio legal, alguien que sabes que no te va a fallar cuando le necesitas.



GALLO SOBRE KOALA

¿Cómo conociste a Koala?

Es un amigo de toda la vida. Aparte de conocerle dentro de la peña del surfing de la playa era de nuestra cuadrilla. Porque en la playa había distintas cuadrillas de distintas generaciones.

¿Cuál ha sido su papel en las sesiones de olas grandes?

Es una persona a la que siempre le ha gustado coger olas grandes. Siempre que ha tenido la oportunidad de estar con la gente que pilla olas grandes ha estado ahí. Es una persona que tiene las cosas claras y una persona con la que se puede contar. Por eso se apoyan en él, porque saben que tiene las cosas claras y eso es muy importante para coger olas grandes. Cosas claras en cuanto a tomar determinaciones, en cuanto a cómo hay que salir de situaciones difíciles o cómo resolver un determinado problema. Eso es muy, muy, muy importante.

¿Cuál ha sido su papel como caddy tuyo?

Cuando me quedé ciego, y es de agradecer, toda la gente viene al hospital y te da mucho apoyo. Luego en el día a día, la gente que te ayuda son pocos. Una de ellas es Koala. Eso supone que si no fuera por él surfearía la mitad de días. Ahí se ve quién es un amigo de verdad y es una persona muy importante para mí. Le debo mucho. Le estoy muy agradecido.

¿Recuerdas alguna anécdota destacable de Koala?

Pues tenía una tabla. Una Mark Richards de dos quillas naranja fosforita con la que estaba todo flipado y siempre le decíamos que le faltaba la “R” de Registrado y que por eso no era una Mark Richards. Koala se mosqueaba y nos reíamos a cuenta de eso muchísimo. También era un poco más joven y le vacilábamos. Y como pasábamos mil horas en la playa y nos aburríamos pues empezábamos a hacer bromas.

¿Cómo le describirías como persona?

Una gran persona con un corazón muy grande a la que le molestan mucho las injusticias.