dijous, d’octubre 28, 2010

768 Tsunami + volc'an.





Odeiaren bidaia 18. El viaje de Odei 18.

Mi pésame para las familias de los muertos en el tsunami de Mentawai y el voc'an de Java. Estamos bien, lejos de las zonas afectadas.

dimecres, d’octubre 27, 2010

767 Shueve.

Odeiaren bidaia 17. El viaje de Odei 17.

Como decían unos vecinos uruguayos. Shueve. Así es, parece que la temporada de lluvias en Indonesia se acerca inminente. La temperatura sigue siendo muy alta y se agradece descansar un poco del sol, implacable.









dimarts, d’octubre 26, 2010

766 Uluwatura itzuli . Back to Uluwatu. Tornar a Uluwatu. Vuelta a Uluwatu.



Odeiaren bidaia 16. El viaje de Odei 16.

Cada día por la mañana temprano, hacia las 6 o 6 y media de la mañana recorro el caminito solitario que me lleva a uno de los múltiples accesos al acantilado. Esto, cada amanecer, es un regalo para mis sentidos. Ver el océano rompiendo sobre el reef con esa luz. Con la boca abierta. Un regalo que siempre voy a guardar dentro. Después regreso, voy a mirar Uluwatu y vuelvo para desayunar. Con la moto disfruto de cada curva, viendo como Indonesia despierta.

Nunca he sido un gran madrugador, aunque ahora sin saber porqué mi cuerpo se ha adaptado a este ritmo de 6 de la mañana a 6 de la tarde, cuando anochece. De tanto subir y bajar escaleras y caminos, mis piernas se han vuelto a fortalecer, y ayer, volví a Uluwatu.

Si he aprendido algo esque Uluwatu es distinta. Siempre hay olas, aunque apenas las haya en otras playas (si, en Indo también pasa esto a veces). A esta ola hay que entrar fuerte pero nunca perderle el respeto. Hay que ser un gran lector a cada segundo (tiene múltiples secciones), ser paciente (siempre hay mucha gente) y tener valor y prudencia al mismo tiempo, algo nada fácil. Sin duda es la ola donde más puedes aprender. Mucha gente herida y muchas tablas rotas allí, también.

Ayer, 3 horas en el agua, 5 olas. Sin golpes ni lesiones, todo bien.

Escuché hablar una vez a un hombre que decía que los humanos somos seres de costumbres. Que nos adherimos a aquello que mejor conocemos. Eso puede que nos traiga cosas buenas, sensación de seguridad; a veces, no queda otro remedio que seguir una rutina para lograr nuestras metas. Sin embargo, ha llegado la hora de buscar nuevos horizontes y dejar atrás Bali, encontrar otro camino que me lleve a otra ola.

Hasta la próxima kukureaders. Ondo ibili, que vaya bien!





dissabte, d’octubre 23, 2010

765 The terrible story of the killer mangos. La terrible historia de los mangos asesinos.



Odeiaren bidaia 15. El viaje de Odei 15.

Era una oscura y lluviosa noche en Indonesia. En mi pequeña casita junto a la selva, cerca de la costa, escuchaba un programa de misterio a través de mis auriculares. La voz de Iker Jimenez relataba historias inquietantes en mi reproductor de audio. Me estaba quedando dormido así que lo apagué. Fuera, la fuerte lluvia dio una tregua. Abrí un ojo, un ruido en el tejado. Mmmm, no será nada. Me revolví entre la sábana y volví a mi sueño. El ventilador de pié rotaba sobre si mismo moviendo el aire de la habitación. Vibraba y hacia ruido.

Otro sonido extraño. Ojos abiertos. Me levanté y apagué el ventilador. Milenio 3 en la radio había sembrado una atmósfera intranquila en aquella habitación. Esta vez provenía del baño, justo en el lateral que daba al monte. Allí había un ventanuco con una red anti-mosquitos. Paranoia. Rayante.

Esperé unos 45 minutos, desvelado. Respiré en calma mirando al techo, intentando tranquilizarme. 2:30 am. Insomnio. Cuando estaba comenzando a conciliar el sueño un terrible estruendo me hizo saltar de la cama con los puños cerrados y dirigirme al cuarto de baño. Encendí todas las luces y en calzoncillos grité hacia el exterior a través del ventanuco -quién anda ahí? Ya no había duda alguna. Algo grande se estaba moviendo ahí fuera. El ruido había sido demasiado fuerte y no podía ser una simple imaginación. Quizás algo o alguien intentaba entrar en mi casa. Cogí la ducha y solté un gran chorro de agua hacia el exterior para auyentar al intruso. Volví al cuarto y agarré mi navaja sin abrirla. Salí al porche y encendí la luz. Esperé un cuarto de hora preparado para cualquier cosa, con los brazos abiertos, preguntándome que demonios surgiría de la oscuridad, a qué tendría que enfrentarme en aquella escalofriante noche.

Aguanté en esa postura, en guardiadurante 10 minutos más, hasta que decidí sacar de la cama a mi vecino, Jordi. Toc, toc, toc..Jordiii. Salió somnoliento. Le dije: Jordi, no se que hostias, pero hay algo ahí atrás. Han pegado unos golpes del copón en mi ventana del baño, para mi que alguien quiere entrar. No se que hostias! Esto no es normal. Jordi intentando procesar la información no se movía de su porche intentando abrir los ojos. Me dijo -espera. Entró y salió con su navaja. Los dos, piedra en mano, navaja en la otra, nos dirijimos a la parte de atrás en gayumbos por el caminito que separa las dos casas. -¿tienes bambas? Me preguntó Jordi. Paso de las bambas, yo voy descalzo, tenemos que ver que hay ahí detrás.

Llegamos a la esquina y comprobamos que había un pequeño andamio de madera justo a la altura de mi ventana del baño, junto al gran árbol. Todo cuadraba. Estuvimos así un rato y no sucedía nada. Decidimos volver a la cama. ¿Quieres venir a nuestra casa a dormir? Bah, da igual, tengo una piedra tranquilo. ¿Seguro? Si, me voy a dormir. Si pasa algo te aviso. Vale.

En la cama me estaba empezando a dormir cuando escuché. Odeeei, Odeeeeei. Salté de la cama otra vez. ¿Qué pasa?!!! -pensé que ocurría algo grave- Cuando salí me encontré a Jordi y Juli en su porche. Que si quieres venir a dormir con nosotros..ahora no podemos dormir nosotros. Va vente, que tenemos miedo. Así todos juntos por si pasa algo mejor. No queremos dejarte ahí solo. -Venga va. Pillé mis cosas de valor, cámara, portatil y pasta y me trasladé a su habitación. Ellos dos en una cama y yo en la otra conciliamos el sueño. Un nuevo estruendo, esta vez de fondo me despertó solo a mí. Volví a cerrar los ojos y pensé que aunque entraran en mi casa no se podrían llevar nada valioso. Me dormí..

Al amanecer, con Juli y Jordi aún dormidos me trasladé a mi casa. Todo estaba en órden. Me dormí como un tronco. Cuando me levanté fuimos a investigar detrás de la casa. El gran árbol era un árbol de mangos. Los ruidos, eran de las grandes frutas cayendo al tejado y rodando por él hasta la pared del baño, acto seguido golpeando el suelo, ayudados por la lluvia. El andamio, era precisamente para subir al árbol y recolectarlos por los dueños del hospedaje. Así pues ¿misterio resuelto?

La próxima noche que escuchéis extraños ruidos en vuestro tejado, quizás, solo quizás, sean los mangos.

764 Jordi (not Smith).

Odeiaren bidaia 14. El viaje de Odei 14.

Quítale su gran tabla a un longboarder, ponle un 6'4 round pin tail y ajusta un par de conceptos..este es el resultado: un surfista con estilo en tabla corta.



dijous, d’octubre 21, 2010

763 Gaur goizean. Esta mañana.

Odeiaren bidaia 13. El viaje de Odei 13.

Después de la lluvia.






762 Zoriontasuna. Felicidad.

Odeiaren bidaia 12. El viaje de Odei 12.

La felicidad a veces llega en series de 3 olas.







dilluns, d’octubre 18, 2010

761 Odeiaren bidaia 11. El viaje de Odei 11.




BATUR 2/2.

Zzzzz. Pssst. Odeei. Odeeei. Te vienes a hacer fotos? Hay una luz muy guapa. (6:00am). Abro los ojos y me levanto. Vamos, contesté. (nos habíamos acostado a las 22:00, había descansado de sobra). Y nada más salir de la habitación, allí estaba. El gran volcán junto al lago, en el pueblo de Batur. Es lo bueno de llegar a los sitios de noche, que en la mañana, todo son sorpresas, se te descubre un nuevo escenario. Y os puedo asegurar que la luz era preciosa. La gente currando en la baratza, los pescadores, los cánticos religiosos de la mañana, la bruma que salía del agua, el frío, el sol que empieza a calentar..una atmósfera mágica.

Tras el desayuno, decidí aventurarme solo por el pueblo con la cámara. Pasé por la tienda de un pintor en silla de ruedas y tras pasar unas cuantas casas y un pequeño lugar de culto entre tres árboles monumentales, llegué a la calle principal de un barrio pobre. Noté que traspasaba una frontera invisible. Cogí aire y adelante. Las primeras miradas decían ¿qué haces tú aquí? Algún joven me miró desafiante. Seguí mi camino con paso tranquilo, seguro pero sin altivez. La mayoría, tras un “Selamat pagi” (buenos días) sonreían y seguían a lo suyo. Me encontré con un señor que llevaba a su sobrina (una canija) al templo porque era su cumpleaños. La txiki llevaba un billete en su mano que iba a dejar allí como ofrenda. Seguí adelante, vi a los obreros en la zanja, a las mujeres que hacían sus recados..

Le pedí a un hombre con muchas joyas fotografiar sus manos. Hablando con él me dijo que era el alcalde (aunque en realidad de forma ambiciosa me dijo que era “like the king of town”, como el rey del pueblo). Mi nuevo amigo alemán Leo, más tarde, me dijo que le tenía que haber contestado que yo era el rey del País Vasco, jajaja. Seguí mi camino y pude retratar a dos ancianos en una callecita de un metro de ancho. Me pregunto que vida habrán llevado los dos. Respeto. Hormat.







760 Odeiaren bidaia 11. El viaje de Odei 11.




BATUR 1/2.

Egun on kukuoyentes de esta radio hecha de bambú y hojas de platanero. Bajó la mar y cuatro viajeros decidimos explorar el interior de Bali. Alquilamos un mini Suzuki 4x4 casi sin embrague por muy poco dinero y allá fuimos. Dos alemanes (una chica y un chico), un catalán y un vasco formaron el chiste.

Tras varias horas de interminables calles-tienda réplicas unas de otras nos detuvimos en Ubud. Paramos en un templo de camino para admirar el arte balinés y seguimos ruta hacia el gran lago. Comimos en un Warung que tenía de todo, café indonesio y ruta de nuevo. Fuimos ascendiendo y por primera vez en 3 semanas, sentí el frío de las montañas. Niebla y pinos, puertos de montaña. Me pareció muy extraño acostumbrado al bochorno y las palmeras de la costa.

Llegamos casi al caer el telón de la noche. Pillamos unas habitaciones, cenamos y Jordi y yo nos fuimos a explorar un poco el pueblo. Acabamos en una especie de colmado donde estaban abuelo y nieto viendo una tele sin antena con constantes interferencias. Una bombilla colgaba del techo, centro del universo para unos 100 mosquitos.

Pedimos una bin-tang grande y charlamos con ellos muy a gusto. Nos invitaron a probar el licor local (bastante más suave de lo que me imaginaba). El chaval tenía 30 años, era mecánico de motos y su mujer también trabajaba. Tenían dos hijos, según nos dijo, number 1 y number 2 (también tenían nombres). Habló de cómo trabajaba duro para que pudieran ir a la universidad en Denpasar. Además era un gran forofo del Barça, con lo que Jordi ya no cabía en si. Fue una charla muy divertida y agradable. Y nos fuimos a dormir contentos de haber socializado con los locales. El abuelo tenía 65 años y había currado bajo el sol toda su vida..(continúa en la siguiente entrada).





dissabte, d’octubre 16, 2010

759 Odeiaren bidaia 10. El viaje de Odei 10.


ULUWATU.

Entrar a surfear en Uluwatu a través de su pasaje de roca es algo que nunca olvidaré. La luz que cae desde arriba, entre las piedras y la vegetación te hacen sentir como en una catedral, una catedral del surf; esculpida por la naturaleza, no por una religión que busca adeptos. Una ola que va a exigir lo mejor de tí. Todos la desean; así, cada ola que surfees allí será un regalo. Os dejo con otra instantánea de este mágica entrada a una ola muy distinta a todas las demás, por su potencia, su belleza, su labio doblándose de pronto. No te confíes, puedes pagarlo caro..Que seáis felices. Ondo ibili.

758 Odeiaren bidaia 9. El viaje de Odei 9.

FULL PLEASE.

Gabon kukuoyentes de esta emisora imaginaria. Como hemos tenido unos días con olas pequeñas decidimos alquilar un pequeño suzuki katana (como un santana) y dirigirnos al interior. Tuvimos la oportunidad de conocer a la gente más rural, ver los grandes lagos..Personalmente me perdí por un barrio muy pobre de un pueblito del interior, donde nadie esperaba a un turista como yo. Fue una gran experiencia que os relataré en breve.

Estas tres fotos, las pude tomar desde el interior del pequeño todo terreno mientras este chaval indonés nos llenaba el depósito.

Saludos y seguid ahí. Buenas olas y buen fin de semana! Ondo pasa asteburuan! Odei.