divendres, de desembre 09, 2011

949 Parlamentiari itzuli. Regreso a Parlamentia. Back to Parlamentia.










Egun on kukuoyentes de esta emisora imaginaria (de fondo suena "Country"  de Empire of The Sun).

Sinceramente pensaba que tras regresar a casa ya me habría quedado tranquilo. Que claro, seguiría surfeando pero que lo haría de una manera mucho más ocasional. Me sentaría a beber cerveza y a ver engordar mi barriga.

Y si, algo dentro de mí se ha saciado.Y ahora tengo mucha más paciencia en el agua y una visión más global de lo significan esas cuatro letras que tan locos nos vuelven: Surf.

Pero aún tengo muchas ganas de jugar. Y así, desempolvé mi ocho pies. Lo limpié bien. Até el invento de árbol a árbol (higuera-cerezo, cerezo-higuera) toda la noche para dejarlo bien estiradito y evitar lazos. Al día siguiente lo metí en el viejo volvo. Es sorprendente que me entraran tres tablas en ese coche.

Los veteranos que vi en Margaret River atacando incansablemente a Main Break me inspiraron mucho respeto y admiración. Surfistas de más de 60 años con sus guns bajo el brazo, casco y decisión. Allí eché de menos esta tabla.

Me gustan las olas grandes. Desde que empecé en esto siempre me gustó estar adentro del todo. En primera fila para no perderme nada. Aislarme. Pillar la grande. Y lo hablaba con un amigo el otro día. Puede que no seas un tamañero (yo no lo soy), pero si quieres ir dando pasitos hacia olas más grandes lo primero que necesitas es la tabla. Puede que ese día no entres porque lo veas demasiado lejos de tu alcance. Y no pasa nada. No tienes que demostrar nada a nadie. Si lo haces es porque hay algo ahí que te atrae y te gusta. Pero, si no tienes la tabla para esas condiciones, seguro que no vas a entrar.

Así que primero, la tabla. Después depende de tí.

Hace algo más de una semana entró un swell de 2'5 metros, sol y un ligero sudeste. Y con ganas, me dirigí a Parlamentia en un día soleado sin otro objetivo que remar hasta el piko, exponerme, e intentar surfear una de las más grandes. Objetivo, una ola.

Y las sensaciones..¿cómo explicarlo? Creo que esos baños son como una especie de meditación. A su vez, requieren de concentración. Solo estábamos 7 tios en el agua. Una larga espera que te mece, en la que parece que nada sucede. Comprobar tu posición, respirar, relajarte.. De pronto llega la serie para pasar en un segundo a ponerte el corazón a 200. La decisión es fundamental. La determinación de exponerte a la serie y darle. A muerte.

En la espera he mejorado. En mis primeros baños en esta ola estaba muy nervioso en las entreseries. Ahora he aprendido a relajarme. Cuanto más entras en un sitio, más tranquilo estarás. Más conocimiento, menos nervios. A esta ola, con esa dirección de mar, la marejada le entra muy fuerte, muy directa. Y la sensación de la masa de agua que empuja es algo que no tiene mucho que ver con las sesiones habituales. Es otro surf, los conceptos son distintos. La potencia es indescriptible. La tienes que sentir.

Ahora me siento mejor sobre esta tabla. Poco a poco me estoy familiarizando con ella. Al ser tan larga y estrecha en nose y tail, me costaba situarme al remar.

Y la sesión..Larga remada sin parar hasta el pico. Bien. Fue bajando la marea y se fue definiendo la ola. Pillé una mediana y tras terminarla me absorvió la espuma blanca. Me comí unas 5 olas, es decir, la serie. Allí no hay nada que hacer. Comer y comer. La fuerza de esa espuma no es broma no. La tabla da vueltas, no puedes pinchar ni salir de allí. Remar y aguantar la posición.

En días más grandes, al entrar la serie,  es sorprendente como te arrastra una corriente súbita hacia el piko, desplazándote muchos metros.

Vuelta a la rompiente.. Allí el incombustible Antonio con su pintxo y casco rojos. Antonio está como una cabra pero la verdad es que me dio buenos consejos. Y la mejor ola me la cedió él. También estaba Christophe Reinhardt, su nombre es sinónimo de esta ola y de surf grande.

Esperé, conseguí hacer el pato con el 8 pies con un buen resultado en algunas series sorpresa. Y en otra que adivinamos en el horizonte antes de que llegara me tiré un poco tarde a una pared vertical. Pensaba que podría clavar la punta pero la salvé, bajé bastante comprimido y el pintxo me ayudó. Un largo bottom acariciando el agua. Me sorprendió lo dura que está a esa velocidad. Un par de lindos cut-backs y una sonrisa. Al final me cuadraron 4 olas y ningún wipe-out. No siempre es así. A ver que tal me manejo en días más grandes.


Fue un bonito día soleado. Ondo ibili kukureaders. Que tengáis buen fin de semana.




















1 comentari:

Back ha dit...

Como para que no este Antonio en esa onda, jejejje, a mi me ocurre lo mismo, aun no he conseguido relajarme en Guethary, pero es cuestion de estar y comer y comer, para poderte desenvolver bien en ese spot y con gente como Antonio &company aconsejandote, no esta nada mal.
Salud!!