465 Furgoning.

De aquí a un tiempo me fascina observar a una especie concreta de surfistas. Los y las furgoneteras. Me encanta ver los distintos modelos de furgonetas, sean vw o no, su apariencia exterior, su antigüedad, la historia que reflejan y cómo han organizado sus dueños el espacio interior. Si tienen techo desplegable o no, si las han adaptado ellos estilo transporter, o si llevan algo convertible del tipo multivan. Incluso los todo terreno, microbuses adaptados o camiones.

Me flipa irme a furgonetear. Después de varios días metido en una casa no me apetece otra cosa. La limpio bien, la estibo para que cada cosa esté en su sitio y no falte nada; la lleno de provisiones y agua, elijo las tablas y en marcha.

Hace poco he incorporado el camping gas. Si, ¡el camping gas ha llegado a mi vida! Una neverita, una cafetera, algunos katxarros para cocinar y un cajón de plástico para cada cosa, uno para trastos y otro para comida. Si además le añades una mesa plegable y un par de sillas de tela también plegables tu furgo ya es algo mucho más completo.

"Desde ese hogar es desde donde se van forjando tus sueños..Estás vivo. Estás viva."

Estos afortunados y afortunadas poseedores de algún vehículo con cama acoplada, incorporada o anexa, inconscientemente adoptan otra actitud, la de contemplar y buscar; no tienen prisa por volver a estar entre cuatro paredes, no se tienen que marchar de la playa cuando se pone el sol. Los vecinos furgoneteros se convierten en cómplices de una aventura surfica. La sensación de poder ir a donde quieras con todo lo que necesitas a cuestas no tiene precio.

El simple hecho de poder hacerte algo caliente, como un buen café después de un bañito, con un buen libro, le va a dar calor a tu furgo.

Se convierte en un espacio móvil sobretodo acogedor, en un hogar pasajero. Desde ese hogar es desde donde se van forjando tus sueños de futuros viajes y espectativas como las olas que van mojando nuevas piedras al subir la marea; sutilmente pero sin dejar de avanzar. Estás vivo. Estás viva.