dilluns, de març 08, 2010

627 Mediterrani VII.




Llevo poco más de una semana en Catalunya y hoy ha entrado el segundo mar fuerte. Esta vez acompañado de una gran nevada, la más intensa que he vivido nunca en estas tierras.

Ha habido tantos fenómenos meteorológicos potentes (nieve, viento, olas..) que Catalunya ha sufrido un colapso en sus comunicaciones: trenes sin servicio, poblaciones sin luz, cientos de conductores atrapados, gasolineras sin suministro, falta de combustible para generadores, niños durmiendo en sus coles..me pregunto si esto pasa con una nevada y poco más, ¿qué pasaría con un terremoto? y se supone que vivimos en el primer mundo.

Desde el punto de vista surfístico ha sido una semana muy buena. Hoy había olas por toda la costa, pero yo lo que quería ver era la Barceloneta y sus olas actuales tras la instalación de los funestos espigones funcionando con un buen golpe de mar.

Estaba nevando y lo que he podido observar es que la parte izquierda de la playa, del dique central hacia la izquierda era practicamente insurfeable, al menos hoy. Mi ola favorita de toda la costa, la antigua gran izquierda del espigón parecía que apuntaba a que funcionaría hoy sino fuera porque se veía desintegrada directamente contra el dique sumergido; ya sabían lo que hacían estos cabrones cuando la caparon. Y del dique central hacia la derecha había un grupo de varios surfistas sufriendo bastante para pillar alguna ola, hoy no estaba nada fácil. Esta mañana Koko ha partido su Jedd Noll 9 pies por tercera vez en los últimos años.

Por falta de medios y porque mi presencia era más útil en otro lugar, hoy no he podido darle un intento a La Barceloneta, me hubiera gustado.., aunque siento que ya no es lo mismo, veo las olas que llegan como las mismas bestias salvajes que eran pero que son cruelmente mermadas, amontonadas y ahogadas. En fin, un final muy poco digno para una ola.

De vuelta a casa hemos pasado por varios pueblos fantasma; ver Calella, Canet o Sant Pol sin luz daba una imagen macabra e inquietante. Nieve a pie de mar en el Mare Nostrum y viento fortísimo. A ver que nos depara mañana. Bona nit.