dimarts, de febrer 06, 2007

57 Flexlite versus Foam












































Del epoxy y el foam

He decidido dar una oportunidad al flexlite, si, las tablas de plástico.

Vamos por partes.

La parte técnica: en foam mi medida estándar habitual era la 6’3 de largo aproximadamente. Claro, en distintas anchuras y grosores. He tenido desde 18 1/2, 2 1/2 hasta la última que he tenido en foam que era una 6’3, 18 1’8 y 2 1/8, demasiado fina y estrecha en olas pequeñas pero afilada y rápidisima en olas a partir de un metro.

Así que teniendo en cuenta estos conceptos tenía a elegir entre dos modelos de Peter Daniels en flexlite, una de ellas una 6’3 y otra una 5’11. Sin embargo también había una 6’1 de Chilli, shaper australiano. Teniendo en cuenta sobre todo la flotabilidad extra de este tipo de materiales y las demás medidas de anchura y grosor, me decidí por la 6’1 con el pimiento en azul.

Otros condicionantes para darle una oportunidad a una tabla de estos materiales fueron la escasez de stock en el momento en la fábrica, así como la ausencia de la posibilidad de personalizarla en ese momento ya que nuestro pintor de tablas estaba fuera, y por la mayor resistencia de sus materiales para una tabla que va a ser la que más “moje” en mi quiver, en definitiva, una tabla para el día a día.

Mis sensaciones:

A priori la tabla flota más, por lo tanto la remada es algo más fácil. He probado late take-offs y es muy raro que claves la punta (no tiene un rocker exagerado). La tabla es más rápida, no mucho más pero se nota. He notado gran diferencia en los floaters, aguanta más en los labios y la recepción desde arriba hasta el bottom es fácil.

Ahora viene la parte peliaguda: los cantos. Es una 6’1 pero los cantos están muy, muy logrados, no son redondos, vienen angulosos desde el rocker trasero y a media tabla más o menos se suavizan progresivamente pero manteniendo siempre un poco de angulosidad.

En los primeros baños la sensación es curiosa. Notas como si tuvieras que hacer más fuerza en las piernas (creo que esto es producto de la mayor flotabilidad) y te cuesta más clavar los cantos, todo va más ligero. Con unos baños más te vas adaptando, pero te obliga a ser más técnico, a dibujar mejor las figuras, poner el peso un poco más adelante y meter tooodo el canto en el agua, no dibujar sólo con el tail, lo cual creo que es muy bueno para mejorar mi surf.

El eterno dilema foam versus plástico:

Creo que no hay nada como una tabla hecha de un shaper a un amigo, una tabla que reúne ilusiones y sueños, estoy totalmente de acuerdo. Crear una tabla mágica con cariño no lo iguala una máquina de inyección de plástico. Pero para mí, tampoco lo iguala una tabla preshapeada y acabada a toda leche en una cadena de producción, por muy de foam que sea, por un ghost shaper que está pensando en pirarse a casa cuanto antes y de acabar 20 tablas a toda pastilla. Esto es un mensaje de los defensores del foam a ultranza. Para mí, en una tabla que la vas a hacer blanca y a la que tenga unos cuantos toques te vas a deshacer de ella, en el aspecto romántico, me la suda que sea de flexlite, que de foam, que de paja, quiero que funcione y punto.

Eso sí, nunca me desharé de mi single fin 8 ball, pero no creo que haga ningún daño echar un vistazo a las nuevas tecnologías de vez en cuando.

3 comentaris:

Anònim ha dit...

Joooooooooooooo, que sitios mas chulos y que visitas de nenas tan guapas!!jem
ejem!!!ya me contaras!!
Cómo estás?
cuando me vas a contar tu sueño?
Te mando un beso enooooooooooooooooooooooooooorme!!!
Y un abrazo.
p.d: yo estoy muy bien, y contentina..ya comienzo a hablar mejor en
frances!!hehehehehhe
mil abrazos
Por cierto, te recomindo este blog: diezmilabrazos.blogspot.com


Chihiro

Anònim ha dit...

un chile azul!!!me encanta. eres un lujo de amigo, de diseñador, y de envía-sorpresas lindas!!!
un abrazo afrikano,
chihiro

Anònim ha dit...

Es alucinante que la chapa ha sido comedida e interesante. Una defensora del foam tolerante.