divendres, de juliol 20, 2007
143 ...al pasar por Baiona...
...ya de noche, conduciendo vi fuegos artificiales desde la autopista. Seguí mi camino y al llegar a Hossegor más fuegos artificiales, una noche preciosa, calurosa...y un ambiente increible. Era el día de Francia. Allí me encontré con Rafa, y Borja y Javi de Oinarbi. Rafa y yo nos animamos y fuimos a dar una vuelta, hubiera sido un pecado no hacerlo. La cerveza no era muy buena, pero la música y la gente si. Muy a gusto. Conocimos a Elsa y unas amigas suyas. También a dos Brasileños que estaban un poco colgados. A las 3 a dormir en la furgo hasta que TOC, TOC, TOC!!! a las 9:30 nos despertó una gendarme bastante estúpida diciéndonos que teníamos que mover la furgo.
Nos dirigimos a un lugar con nombre sagrado en el que tienes que meter la furgo por un camino de arena a través de un bosque con mucho cuidado de no quedarte atascado (está prohibido). Además has de elegir el lugar donde la dejas, lo más escondida posible,ya que no es la primera vez que rompen los cristales, ruedas o te meten arena en el depósito de gasolina...Aún así el riesgo merece la pena.
Después cojes las tablas, la sombrilla (imprescindible, sinó morirás tostado, la comida, el agua también imprescindible) y sales del bosque para llegar a la duna, la atraviesas y empiezas a descender hacia un pico que vale su peso en oro. Llegamos y estaba un poco raro, decidimos entrar para tantear. Se fue poniendo mejor y mejor con la marea. Del agua a las sombrillas y de las sombrillas al agua...olas, olas y más olas. En bañador y una camiseta para el sol, por la tarde se puso off-shore, el viento venía de la duna hacia el agua levantando y ahuecando las olas, el aire caliente en toda la espalda y el olor a bosque...el paraíso.
El momento que más gente estuvimos en el agua fuimos cinco personas...vuelta a casa con la sonrisa en la cara
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